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No a la destrucción de la universidad

Derribo

He firmado el siguiente manifiesto. Tu también podrías hacerlo.

NO A LA DESTRUCCIÓN DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA (ABRIL 2012)


LA SIGUIENTE DECLARACIÓN HA SIDO PROPUESTA INICIALMENTE POR UN GRUPO DE PERSONAS DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA A MIEMBROS DE LA LISTA DE CORREOS UNICRISIS, A LA ASOCIACIÓN UNIVERSITARIA ADIUS Y A LA PLATAFORMA ANDALUZA POR LA DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA QUE ESPERAMOS LA SUSCRIBAN EN LOS PRÓXIMOS DÍAS Y AHORA LO HACEMOS A LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA DE LAS DIFERENTES UNIVERSIDADES ESPAÑOLAS.
RECLAMAMOS LA FIRMA DEL MAYOR NÚMERO DE PERSONAS COMO EXPRESIÓN DEL COMPROMISO UNIVERSITARIO PARA DEFENDER LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE LA GRAN AMENAZA QUE SUPONEN LAS MEDIDAS ADOPTADAS POR EL GOBIERNO Y COMO MANIFESTACIÓN DE NUESTRA VOLUNTAD DE MOVILIZARNOS CONTRA ELLAS.
QUEREMOS VUESTRA FIRMA, PERO NO SOLO ESO.
NECESITAMOS VUESTRO APOYO ACTIVO Y VUESTRA PRESENCIA EN LAS MOVILIZACIONES QUE PERMITAN DEROGAR EL DECRETO Y PONER FIN A UNOS RECORTES QUE DESTRUYEN LA UNIVERSIDAD PÚBLICA QUE, SOBRE TODO, PRECISAN LOS SECTORES DE MENOR RENTA DE NUESTRA SOCIEDAD.
FÍRMALA Y DIFÚNDELA
 

Quienes firmamos este escrito, miembros de la comunidad universitaria de todas las universidades españolas manifestamos nuestro más absoluto rechazo a las medidas de recorte presupuestario tomadas por el gobierno porque entendemos que suponen un atentado gravísimo y sin precedentes que amenaza la supervivencia del servicio público de la enseñanza superior.

1. Las medidas acordadas por el Consejo de Ministros responden a una grosera improvisación. No son el resultado de un análisis detenido de los problemas que pudiera tener la universidad española, sino la consecuencia de dar el hachazo primero y luego tratar de encontrar argumentos que puedan justificarlo. Una prueba palpable de ello es que los recortes de gasto, la reducción de efectivos y el cambio de normas se realizan antes de que ni siquiera comience a funcionar la comisión nombrada por el Ministerio para que haga propuestas de reformas. Una comisión que igualmente rechazamos de plano porque, con independencia de la muy alta categoría profesional de todos y todas sus componentes, no refleja el pluralismo ideológico de nuestra sociedad y sobrevalora la influencia de los intereses bancarios privados a la hora de definir el mejor ordenamiento de la universidad pública española.

2. Para abrir paso a esas medidas y para apoyar los recortes, el propio Ministro y otros dirigentes políticos del Partido en el Gobierno han dado datos incorrectos o han dicho mentiras que confunden y engañan a la opinión pública:

• Para argumentar que en España hay demasiadas universidades el Ministro ha manifestado que en California hay 10, cuando en realidad hay 146. En contra de lo que dice el Gobierno, es fácil deducir que en España más bien hay pocas universidades: los dos países que tienen mayor número de centros universitarios de investigación de excelencia entre los mejores del mundo son Estados Unidos y el Reino Unido, y en ellos hay una universidad por cada 94.000 y 253.000 habitantes, respectivamente; mientras que en España hay una por cada 582.000 (Estos datos y los siguientes en José Antonio Pérez García y Juan Hernández Armenteros, Reforma universitaria: preguntas erróneas, respuestas incorrectas. El País, 16-4-2012).

•  Para hacer creer que es baja la calidad de nuestros centros universitarios, que combinan la docencia y la investigación, el Ministro los compara con rankings en los que la inmensa mayoría son solo centros de investigación y, sobre todo, sin hacer mención a que 99 de los 100 primeros están en países que casi doblan el gasto en I+D+i sobre el PIB de España.

•  Para exagerar el coste del fracaso escolar el Ministro ha afirmado que el 30% del alumnado abandona la universidad sin terminar, cuando la realidad es que ese 30% se refiere al cambio de titulaciones y que el abandono definitivo solo es del 12%. Y tanto el Ministro como la Secretaria General del Partido Popular han difundido la idea falsa de que el coste de ese abandono (exagerado) es de 3.000 millones de euros, una cifra equivocada y sin fundamento empírico ninguno.

3. Denunciamos que lo que viene haciendo el gobierno para justificar los recortes de presupuesto es simplemente una campaña contra la universidad pública que solo puede calificarse, cuando menos, como desleal. El Ministro se empeña en decir a la ciudadanía que nuestra universidad es ineficaz, cara e inútil para crear empleo y le oculta la realidad:

• Los estudios internacionales muestran que nuestra docencia y productividad científica son equiparables a la de los países de la OCDE a pesar de que aquí invertimos anualmente un 20% menos en recursos.

•  El 79% de quienes obtienen su título en España lo hacen en la “edad típica” de obtenerlos, frente a un 70% de la OCDE y a pesar de que aquí dedicamos a becas la tercera parte que la media de los países de esa organización y con menor gasto por estudiante.

•  La tasa de paro de los y las egresadas universitarias es la mitad que la del resto de la población y todo ello se consigue en la universidad pública con un coste por estudiante que es un 25% más bajo que el de la privada.

4. A los recortes realizados en los Presupuestos Generales del Estado en las partidas destinadas a la investigación, ahora se suman las consecuencias del Real Decreto Ley de racionalización de gasto público en el ámbito educativo que van a impedir desarrollar con la necesaria calidad el servicio público de la enseñanza superior tan necesario para el progreso de nuestra sociedad. Denunciamos en particular que las medidas adoptadas por el Gobierno son un atentado gravísimo contra el desarrollo de la actividad investigadora, que es uno de los motores más potentes del progreso de una nación y de la competitividad económica que tanto reclama. Unos motores que se resienten cuando se aumentan las obligaciones docentes al mismo tiempo que se recortan recursos para la investigación. O cuando se encarece el precio de los másteres y se anula a la vez el sistema de préstamos renta y se disminuyen las becas, porque eso dará lugar a que no sean las personas de mayor talento quienes puedan acceder a la carrera investigadora, sino solo las de más ingresos. Y denunciamos que son un golpe brutal al principio de igualdad de oportunidades porque el aumento indiscriminado de las matrículas, sin estudiar previamente los efectos de otras distintas posibilidades más justas y eficientes de fijar sus precios, disminuyendo al mismo tiempo las becas, solo dará lugar a que las personas de rentas más bajas tengan más difícil acceder a los estudios universitarios.

El aumento de las dedicaciones docentes, en función de los criterios establecidos en el RD, elude las consecuencias a corto y largo plazo de tales medidas: se toman antes de revisar o consensuar con la comunidad docente/investigadora los criterios y baremos establecidos para la obtención de tramos investigadores en función de la naturaleza variable de la producción científica de las diversas disciplinas; así, la mayor carga de docencia recaería en quienes «menor investigación realizan», con lo cual cabe pensar en que la docencia no se beneficiaría de la lógica retroalimentación del avance científico;  por último,  se da un golpe a la promoción de la investigación y de los investigadores e investigadoras, pues con más contratos precarios y mayor actividad docente tendrán más dificultades para lograr tramos de investigación.

5. Quienes firmamos esta declaración sabemos que en nuestra institución hay problemas, que se pueden y se deben optimizar los recursos que la sociedad nos proporciona, y estamos dispuestos a contribuir con nuestro esfuerzo a que el servicio público universitario funcione mejor y con mayor ahorro de recursos. Tenemos la convicción de que hay que mejorar la adecuación de la oferta a la demanda de estudios, hoy día muy desequilibrada, coordinar mejor los mapas de titulaciones o acoplar las plantillas de profesorado a las necesidades reales de la docencia y la investigación, entre otras cosas. Pero eso no puede llevarnos al engaño. Nada de eso se puede conseguir con menos recursos, poniendo en peligro lo bueno que han tenido las reformas de los últimos años, cerrando el paso a cualquier estrategia de diálogo y dificultando el acceso a la universidad y a la carrera universitaria a las personas de rentas más bajas.

De esta manera, disminuyendo recursos a un sistema ya de por sí necesitado de ellos, y sin propuestas que realmente supongan una mejora de su uso, por mucho que se hable de «racionalización», el gobierno solo va a conseguir deteriorar el sistema universitario español y, en consecuencia, la evolución negativa de nuestra economía y el empleo, la situación de las empresas y el bienestar social. La evidencia histórica nos indica que eso es lo que sucede cuando se adoptan medidas como las aprobadas por el Gobierno español. Y esa evidencia, junto a las crecientes facilidades que se vienen dando a los centros privados, es lo que nos lleva a denunciar que la estrategia que en realidad se viene persiguiendo en este como en otros servicios públicos es su privatización progresiva para convertirlos en simples negocios privados con independencia de que así queden millones de españoles y españolas sin poder acceder a ellos.

 

Por todo esto, llamamos a todas las personas que forman parte de la comunidad universitaria, con independencia de sus ideas políticas y simplemente amantes y defensores de la universidad pública, a que suscriban este escrito con su firma, a que lo divulguen y a que asistan a las convocatorias que se harán en todas las universidades frente a los rectorados para reclamar a nuestros máximos representantes que defiendan estas ideas y rechacen de plano los recortes del gobierno por suponer un atentado gravísimo y de efectos terribles para el futuro inmediato de la sociedad y de la economía española. Y en concreto, para que con su firma exijan firme y directamente al Presidente del Gobierno la dimisión del Ministro de Educación y Cultura y la retirada inmediata del Real Decreto de «racionalización» del sistema educativo porque simplemente significa la destrucción del sistema público que con tanto esfuerzo y siempre con insuficientes recursos hemos podido levantar en los últimos años con una calidad y alcance social de la que, a pesar de todo, nos sentimos orgullosos y orgullosas.

Abril 2012

 

 

3 Comments

  1. Estimado Jordi
    Antes de nada decir que no te conozco como profesor pues no he sido tu alumno. Eso sí, he visto varias ponencias tuyas vía web y la mayoría de las entradas de tu blog coinciden con mi análisis del tema que tratabas. En particular quiero reseñar el tema de los libros de texto y de los tipos de profesorado: dos entradas grandiosas.
    Dicho esto he de decirte que estoy convencido de que la Universidad (y sobre todo la pública) necesita un remozado de los profundos, veamos:
    En mi caso, estudié en una universidad pública Ingeniería Química y por vocación terminé en la enseñanza. No se me olvidarán las palabras de mi profesor de dibujo (Sr. Solís) en primero de carrera cuando, nada más comenzar el curso, en una de las primeras sesiones nos dice: Deben ser conscientes de que en España estudia demasiada gente en la universidad, hay demasiados alumnos”. En plena mitad de los 90, la mayoría de los alumnos presentes, nos quedamos impresionados y se escucharon comentarios de que era un poco salida de tono lo que había afirmado el profesor. Lamentablemente el tiempo le ha dado la razón.
    El sistema autonómico ha hecho mucho daño a la universidad que en principio lo hizo crecer como las setas. De hecho en la mayoría de las regiones se pueden estudiar prácticamente todas las titulaciones. Esto ha hecho que a base de deuda se creen super-infraestructuras dotadas de personal altamente cualificado (profesores sobre todo) que cuando han comenzado a escupir titulados al mercado lo han saturado dándose paradójicas situaciones:
    1) Con lo que cuesta un titulado universitario al Estado mis ojos han visto como a unas oposiciones para auxiliar administrativo en las que sólo pedían el título de la ESO se presentaban MILES y MILES de licenciados e ingenieros. Había tantos titulados que había que estar a lo que fuese. Dinero invertido y desperdiciado, bueno eso sí los auxiliares administrativos tenían un nivel cultural superior a los de la media europea, o no.
    2) Al expandirse los campus universitarios por regiones cual setas, las Universidades han tenido que bajarse los pantalones con los niveles educativos pues necesitaban clientes y se han tenido que vender al mejor postor para tener ratio y justificar su existencia. Eso ha provocado que en algunas titulaciones que conozco directamente en muchas asignaturas se hagan EXÁMENES DE CADA TEMA porque si no el alumnado emigra a otras facultades. A su vez no se puede explicar de otra manera que a mediados de abril el IES en el que trabajo se vea invadido por multitud de propaganda (¿cuánto se gastan las universidades en eso?) “vendiendo” la universidad correspondiente al alumnado. Las charlas de una persona enviada por la universidad para vender las bondades de su campus han sido una tónica general con regalito con el logo incluido, con lo que tiene que costar eso, ese dinero se podría haber dedicado a la investigación. La lucha, hasta ahora se ha mostrado fratricida incluso entre facultades de dentro de la propia universidad: Por ejemplo, la Facultad de Químicas invitada incluso a los padres y madres de los alumnos a unas jornadas de puertas abiertas con todo ceremonial y empaque institucional ¿quién pagaba aquello?
    Te devuelve a la realidad el hecho de que desde el IES intentes colaborar con la universidad y crear lazos mutuos, sobre todo con las escuelas universitarias de educación y obtengas un no por respuesta o te digan, ¿pero cuántos alumnos vais a traer a matricular el curso que viene? Necesitan alumnado, son esclavos de ello.
    3) Otra cosa es el nivel académico. Mi hermano hizo magisterio y siempre ha dicho que el título valía menos que los guantes que llevaba puestos (Era invierno). Se mostraba insatisfecho porque no le habían enseñado a enseñar: el profesorado iba cada uno a lo suyo, el profesor de didáctica DABA SUS CLASES LEYENDO SU LIBRO (infame). Sirva también como ejemplo que en mis carnes tengo todavía que siendo ingeniero en 4º de carrera era capaz de hacer todos los cálculos necesarios para diseñar una turbina de vapor pero no vi ni mis compañeros tampoco cómo era una en la realidad ni en foto. Todos los compañeros de carrera y de otras carreras acababan las materias con la sensación de que con lo estudiado podrían (podríamos) impartir nosotros la materia el curso siguiente: leer un libro en clase, hacer 4 problemas que te has preparado antes y luego sacar 6 preguntas de ello para un examen lo hace casi cualquiera. Los profesores aportaban poco valor a su tarea docente. En fin sobre esto podría contar miles de de ejemplos y de anécdotas de múltiples titulaciones. Aún así había profesores buenos y que se notaba que sabían de su tema, los menos, pero los había. En mi caso al menos, tuve la mala suerte de que TODOS absolutamente TODOS utilizaron metodologías tradicionales de enseñanza (charlas magistrales, sesiones de resolver problemas, ellos escriben en la pizarra y luego un examen) y nadie en el colegio mayor contaba que en el campus hubiese un profesor con otra dinámica didáctica distinta. En general los argumentos metodológicos y didácticos del profesorado universitario que conozco son eso, charla magistral, resolver ejercicios y luego un examen (bueno ahora uno por tema en algunos casos).
    4) Hablas del número de universidades por habitante y la verdad es que el Sr. Ministro la lió parda pues proporcionó datos no reales pero ¿cuántas universidades españolas están entre las 20 mejores del mundo? Es igual que el informe PISA que tan mal sabor de boca nos dejó con sus resultados a algunos. La universidad debe buscar la excelencia y ser motor de la sociedad pero es una institución inmovilista cuando debería ser lo contrario. Ni que decir tiene cómo se hacían las provisiones de profesorado, las que conozco era más una cuestión endogámica (te saco la plaza) que de que llegaran los mejores. Algunas perfiles de plazas que he leído era del tipo: Se busca profesor que tenga los ojos claros, mida 1,68 cm, su nombre empiece por A y termine por R, de primer apellido… Endogamia. De nuevo infame.
    5) Además he visto la explotación de becarios de forma injusta. Ellos realizar la investigación y el trabajo de campo, el duro y luego publicar con eso un artículo a nombre del catedrático y sin ni siquiera citar al que realmente ha currado de lo lindo y ha hecho posible que aquello saliese adelante. Lo veo injusto y pasa, además demasiado a menudo.
    6) Luego tengo amigos que trabajan en la Universidad y claro cuando viajaban (cursos, seminarios, etc.) hoteles de 5 estrellas. Incluso una ocasión con el dinero que “sobró” del departamento se compraron un disco duro multimedia cada uno (no eran muchos pero, vaya tela).
    7) Todos esos despilfarros que se han ido desgranando vienen a mostrar que no nos centramos en decir como universidad y como país: ¿En qué queremos ser los mejores? (o al menos muy buenos). Claro está que en España hay muchos investigadores de primer nivel y que con pocos recursos tienen buenos resultados pero el sistema de dispersión universitario autonómico ha hecho que no podamos retener a los mejores. Como ejemplo citaré que tuve el honor de ser alumno de D. Juan Ignacio Cirac, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias hace unos años y uno de los mejores a nivel mundial de su campo. Si en vez de dispersar como hace este sistema, concentramos y buscamos la excelencia a este gran hombre de física se le podría haber ofrecido lo que le dieron los alemanes en el Instituto Max Planck. Ellos le dijeron, ¿qué quieres ser Her Director? Lo tienes ¿Cuántos medios necesitas? Lo tienes. Encima se está llevando a una gran generación de físicos españoles a Alemania porque le permiten rodearse de los mejores. Es triste escuchar como afirma en las entrevistas que profesionalmente no vuelve a España ni loco. Hace alguna colaboración con un instituto que hay en Barcelona de su campo pero volver ni hablar. No me extraña.
    También es triste escuchar a un prometedor matemático español decirte:”Me voy a Paris a hacer la tesis porque en una universidad de Madrid no se toman las cosas en serio, los profesores no se preparan ni las clases”. Ahora tiene sentido que digan en las noticias: “Al profesorado universitario que no investigue se le darán más horas de clase”. Y yo me pregunté, pero, ¿no investigaban todos? Vaya tela.

    Seguro que los que firmáis el manifiesto sois los que cumplís, los que estáis al pie del cañón como debe ser. Conociéndote, innovando y aportando calidad al sistema y a la sociedad. Pero alguien debía decir que el emperador va desnudo y la universidad en la que yo estudié y la que conozco hay que casi derruirla con la pala (con la de la foto que pones está bien) y hacerle una buena reconstrucción porque lo necesita y además está sufragada con el dinero de todos.

    1. Hola Luís,

      No me atribuyas el mérito: he copiado y pegado un manifiesto que he firmado, pero que no he escrito yo… pero que suscribo al 100%.

      Lamento que tu experiencia universitaria haya sido tan nefasta. Te contaré la mía brevemente… o mejor, te diré una sola cosa: en la universidad que planea el PP yo no hubiera podido estudiar. Mi familia no hubiera tenido los medios para pagarla. No quiero elevar anécdotas a la categoría de , como haces tu, pero esto es lo que les pasará a muchos jóvenes brillantes en un futuro inmediato, dada la reducción de las becas y la situación económica del país. No creo que el modelo ideal al que o nos parecemos o nos eliminan sea la universidad privada de élite norteamericana, esa que sale en las pelis y en los rankings (cuyos criterios son de dudosa justificación social). No quiero un país con una élite investigadora que gane 20 premios Nobel al año, pero en el que el resto de la población sean todo camareros/as. Hay otros modelos. Es más, la educación no es un bien de mercado, es un derecho. No es un privilegio, es una condición esencial de la humanización. En tu universidad no tendría cabida ningún conocimiento que no se pague en euros en el mercado al día siguiente, aunque ayudara a comprender la realidad y a actuar, aunque contribuyera a formar ciudadanos críticos y comprometidos. No creo que me gustara trabajar en tu universidad, ni contribuir a formar ese tipo de titulados-esbirros a medida del mercado.

      También lamento que tu experiencia didáctica haya sido tan nefasta. Espero que hayas olvidado todo eso y no lo reproduzcas con tus alumnos. La renovación metodológica de la univerisidad no se verá muy favorecida con profesores sobrecargados de trabajo y sobre exigidos. Para Wert, ya lo habrás notado, la enseñanza es un castigo para los malos profesores, los no publican en las revistas buenas. Cualqueir otra cosa no cuenta. Por ejemplo, colaborar con tu instituto en cualquier cosa solo les quita tiempo de investigar y publicar, que es lo único que cuenta. No te extrañes que no te hagan ni caso. A partir de ahora, es que ni te saludarán por la calle: estarán publicando como locos/as.

      Sobre si hay demasiados titulados universitarios en España, consulta cifras de titulados superiores por habitantes y compáralo con países a los que queremos parecernos. Sobre el número de universidades, haz lo mismo. Ya hemos visto que California, que según Wert es comparable, tiene bastantes más universidades de las que el Sr. Ministro creía. Y compara presupuestos de universidades con porcentaje de PIB en diversos países. Sobre despilfarro y corrupción, solo dire una cosa. Vivo en Castellón, sabes, ese sitio del aeropuerto más puntual del mundo (ningún retraso nunca), que está en la Comunidad Valenciana (Gurtel, Camps, Fabra, EMARSA, Formula 1, Copa del América, Ciudad de las Artes, etc., etc.). Si estos años alguien ha dilapidado dinero a espuertas de manera obscena, sumiéndonos en un pozo de mierda, busca en la clase política, especialmente el PP en mi comunidad, no en «no muchos» discos duros multimedia o en llaveros con la insignia de la Universidad.

      Saludos.

  2. Estimado Jordi
    Estoy totalmente de acuerdo contigo en que el modelo universitario al que apuntan los hechos del PP, lamentablemente, viene a destruir más que a reformar y soy el primero que lo rechazo. Eso no quita que siga pensando que haya que reformar el actual sistema, ya lo expuse en mi anterior comentario. Son dos cosas distintas y totalmente compatibles.
    Por otro lado, la virtud está en el punto medio. Entre un modelo en el que haya 20 premios nobel y el resto de la gente sea camarero y el otro extremo hay muchas posibilidades. Un rey de España le preguntó a un fraile la receta para “arreglar” los problemas del país. Éste le respondió: “Cada uno en su puesto, majestad. Ponga a cada uno en su puesto”. Ese es el modelo al que creo que hay que tender, el que hay que buscar. Dices que la educación es un derecho, totalmente de acuerdo, pero para levantar el nivel cultural de los ciudadanos de un país hay que trabajar en las etapas obligatorias: aunque tuviesen la oportunidad, el 100% de los habitantes no cursarían estudios universitarios. Mi opinión es que la clave está en la clase media: Alumnos en secundaria con gran nivel (véase Finlandia), Titulados de FP que generen valor y luego una buena educación universitaria. Todas públicas y de calidad. Si disponemos de una educación obligatoria pública y de calidad el derecho a la misma está cubierto pues, repito, ningún país tiene una tasa de universitarios del 100% de la población.
    Hablas de que la universidad no debe estar puesta al servicio del mercado pero en el manifiesto habla de mercado de trabajo y es que es inherente a la cuestión, los hechos son tozudos.
    La educación es un derecho, de acuerdo, pero no debe convertirse en un despilfarro, al menos la pública, se trata de dinero de todos. Aunque haya que salvar las distancias con los aeropuertos y demás mamarrachadas de estos políticos que tenemos en definitiva son despilfarros de dinero público. Amparados en el argumento de que la educación es un derecho los políticos han sobredimensionado la Universidad y es que no tenemos muchas con relación a otros países pero todas no pueden ofrecer entre 50 y 60 titulaciones, es de cajón. Porque el planteamiento hasta ahora era que como la educación es un derecho, ¿por qué no van a poder cursar estudios de ciencias del mar o ingeniería naval nuestros jóvenes castellanomanchegos? Así que en plena llanura manchega necesitamos una titulación de cada y si puede ser en varios campus mejor. (léase con ironía).

    Dices: “En tu universidad no tendría cabida ningún conocimiento que no se pague en euros en el mercado al día siguiente, aunque ayudara a comprender la realidad y a actuar, aunque contribuyera a formar ciudadanos críticos y comprometidos. No creo que me gustara trabajar en tu universidad, ni contribuir a formar ese tipo de titulados-esbirros a medida del mercado.” Yo no he dicho que la universidad tenga que estar bajo los mandatos del mercado pero sí que debe ser eficiente y debe becar si hace falta y dar los mejores medios a los estudiantes brillantes. Eso es ser eficiente. De lo contrario un sistema de becas justo sería también poner la universidad a los pies del mercado.
    Otro punto, ¿Publicando cómo locos? Para eso ya hay unos cuantos becarios a los que explotar. En muchos casos ellos, los becarios, son los que se verán sobrecargados redactando los artículos y pagarán los platos rotos. This is Spain, el país de la ley y la trampa: El espíritu del Lazarillo de Tormes sigue demasiado vivo en la España del siglo XXI. De hecho en El Mundo del domingo salió publicado: “Un 50% (del profesorado universitario) no ha investigado en los últimos seis años, aunque HA COBRADO POR ELLO.” Y es que según el IVIE el potencial investigador del profesorado está “a medio gas”. Lo dicho, volvemos al Lazarillo, la picaresca española.
    Habría más puntos sobre los que darte mi enfoque pero no quiero hacerte perder tiempo. En definitiva, Jordi. Como dice el manifiesto (lo reconoce) la universidad necesita un remozado, un gran cambio. De lo que estoy seguro es de que no es el que promulga el PP, se les ve el plumero, como bien dices. Pero la universidad pública está lejos de lo que me gustaría que fuese, hay que erradicarle varios adjetivos, entre ellos: endogámica, inmovilista, trasnochada metodológicamente y aislada del mundo real.
    Me encantaría charlar contigo en persona de todo esto y de más temas educativos, si algún día coincidimos espero que tengas a bien mantener una conversación sobre todo ello. Por ahora me “resigno” a los medios virtuales.
    P.D.: Día a día intento no hacer con mis alumnos/as lo que no me gustó que hiciesen metodológicamente conmigo.

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