En relación a mi anterior entrada sobre «El Congreso “Internet en el Aula” y los edupunks, Antonio Solano me «lanza» amablemente una pregunta (y su respuesta) del cuestionario que la revista Magisterio le envió y que al final no se publicó. Dice Antonio:
En el artículo de Magisterio, hay una gran confusión terminológica en lo de blogfesor, aquí referido a todo blog educativo en lugar de al profesor TIC, por lo que habría que matizar lo de la frescura, que no la da el blog, sino el que saca provecho pedagógico de él (y en esto reconozco que me queda mucho por aprender). Al hilo de todo ello y por alusiones, te ofrezco una de las preguntas del cuestionario que al final no se publicó en la revista Magisterio en la que apareces tú también:
9. He leído en algunas páginas que Jordi Adell hablaba de la muerte de los blogs en dos años. ¿Cree que esto es cierto o que por el contrario es una herramienta que ha llegado para quedarse?No soy buen adivino y me consta que Jordi Adell sabe muy bien de qué habla. No creo que los blogs desaparezcan. Es evidente que ahora estamos sobrevalorando la versatilidad de los blogs como instrumentos educativos. Muchas de las actividades TIC que se realizan con blogs no son apropiadas y están llamadas a la extinción, bien porque están mal diseñadas o bien porque hay herramientas más apropiadas para esos usos. La facilidad de uso y su fama han hecho de los blogs la piedra angular de las TIC, y quizá sea eso lo que cambie. Pero antes tendrá que cambiar la formación el profesorado.
Efectivamente, he leído en varios sitios que, al parecer, he dicho en alguna parte que a los blogs les quedan dos años de vida. Parece que se comentó en las Jornadas Espiral de este año y, de ahí, pasó a los blogs de algunos asistentes. Es posible que lo haya dicho (seguramente junto a más cosas sobre blogs 🙂 ), aunque no lo recuerdo.
Mi coincidencia con las ideas de Antonio es total: yo también creo que «…ahora estamos sobrevalorando la versatilidad de los blogs como instrumentos educativos. Muchas de las actividades TIC que se realizan con blogs no son apropiadas y están llamadas a la extinción, bien porque están mal diseñadas o bien porque hay herramientas más apropiadas para esos usos». No podría haberlo expresado mejor. Los blogs se han convertido en la «navaja suiza» de las nuevas tecnologías en educación. Las navajas suizas tienen muchas herramientas, te pueden sacar de un apuro, pero en un taller mecánico sería conveniente tener un buen juego de llaves. También se han convertido en una especie de «carnet de innovador» y eso es matizable.
Un blog es «es un sitio web periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos de uno o varios autores, apareciendo primero el más reciente, donde el autor conserva siempre la libertad de dejar publicado lo que crea pertinente» (Wikipedia). Un blog no es un foro de debates online, ni un aula virtual, ni un repositorio de materiales didácticos (una base de datos que nos permita almacenarlos y recuperarlos con facilidad), ni una herramienta de autor para que los estudiantes puedan crear artefactos (textos, imágenes, vídeos, etc.), ni un wiki en el que podamos construir entre todos «algo» . Tampoco son un PLE (un Personal Learning Environment, quizá el término que se pondrá de moda en un tiempo como sustituto/complemento del aula virtual) que permita a un aprendiz integrar en un único sitio múltiples fuentes, propias y ajenas, de información valiosa.
De hecho, los blogs, por su naturaleza cronológica, son efímeros y fugaces y se prestan estupendamente al comentario de actualidad y a difundir noticias, pero funcionan mal en otros cometidos, por ejemplo, organizando contenidos. Es más, los desarrolladores los han convertido en sistemas personales de publicación y han añadido herramientas que faciliten la gestión de contenidos: etiquetas, categorías, páginas estáticas, galerías, extensiones de todo tipo para incrustar contenidos de otros sitios, etc. «Eso» ya no son blogs «clásicos». Los desarrolladores, gracias a arquitecturas abiertas, han convertido el blog en solo una parte de un sitio personal (como este, por ejemplo). Alguna gente los incluye dentro de los «Personal Publishing Systems» junto a otras aplicaciones.
Muchos blogs de profesores y profesoras son del tipo «lo que yo pienso del universo y todo lo demás». Apasionantes, pero difícilmente les podríamos llamar «educativos». Son «personales», pero no tratan ni siquiera de lo que el profesor/a hace en sus clases.
También existen muchos blogs de docentes que los usan para desarrollar actividades didácticas interesantes. Algunas implican a los alumnos en la creación de contenidos: no es el profesor el que escribe y escribe y los alumnos leen y leen y, con suerte, hacen algún comentario. Ese enfoque, los alumnos creando, discutiendo y compartiendo su trabajo usando blogs u otras herramientas, me parece mucho más interesante.
Por tanto, no es que a los blogs les queden dos años de vida, es que ya están integrados dentro de herramientas más poderosas de publicación personal, que permiten hacer muchas más cosas. Es que tenemos muchas herramientas a nuestra disposición… ¿por qué no las utilizamos? Es que el hecho de que un profesor escriba un blog es educativamente irrelevante para sus alumnos si no lo usa para llevar a cabo actividades didácticas con sus alumnos y alumnas, aunque puede que sea muy interesante para sus colegas.
Un profesor con blog es un profesor con blog, no un innovador didáctico con nuevas tecnologías. Eso depende de lo que haga con su blog (y con otras herramientas) por supuesto. En resumen, hay vida más allá de los blogs.
Nadie ha dicho que los blogs sean una panacea, pero a mí me parece que son una gran novedad educativa, precisamente por su carácter cronológico, poco estructurado y efímero. La educación ya no se puede imponer como estructuras organizadas de contenidos que pesan demasiado sobre nuestras mentes dispersas. La gente aprende algo todos los días, a distintas horas, con estados de ánimo variados y en circunstancias diferentes. Y en este sentido, los blogs reflejan como ninguna otra herramienta nuestro aprendizaje diario, personal e intransferible muchas veces. El blog es una herramienta de autoaprendizaje principalmente, y también podemos hacer que nuestros alumnos participen de ello en blogs de aula, en los que no podemos imponerles una educación estructurada, sino un aprendizaje personal que se confunde con sus experiencias personales diarias, con sus intereses y sus circunstancias vitales. Por eso, el blog permite integrar en nuestra vida las cosas que aprendemos. ¿No es eso la verdadera educación? Larga vida a los blogs.
Es una buena reflexión a tener en cuenta. En el III Encuentro de Edublogs, en Santiago, y allí algunos coincidíamos en que se está sobrevalorando la figura del blogfesor que cuenta sus batallitas (personales) en la red, en detrimento del trabajo en las aulas.
En muchos casos, el medio se convierte en mensaje, y lejos de aportar, se limita a replicar lo que se lee en otros blogs, lo que contribuye a magnificar aun más el hecho de bloguear.
Y claro; luego cuando uno hace balance de las comunicaciones vistas en congresos y otros saraos, encuentra poca chicha, porque gran parte es humo «blogueado», que no digo que no esté bien; simplemente está sobrevalorado.
Por otra parte, el blog es hoy una herramienta muy versátil, y por medio de extensiones y plugins alcanza gran potencia como CMS. Se puede utilizar cada vez más (bien o mal) como repositorio de contenidos, PLE, o incluso como red social (como demuestran algunos proyectos open source que tratan de dotar al panel de un wordPress multiusuario de la apariencia y funcionalidad de una red social).
Eso no quiere decir que sea la mejor opción para mostrar un portfolio de trabajos, o que sea un PLE en toda regla. Pero hay que reconocer que es la más fácil y accesible opción a la hora de publicar en internet, tanto para el profesorado como para el alumnado. Es tan sólo un medio, no el mensaje.
Tengo que reconocer que todos somos un poco «culpables»: ¿no será que visitamos a menudo demasiados blogs y muy pocos sitios educativos? ¿y no será también que resulta fácil acomodarse en el blog y no ir más allá?
No soy el más apropiado para defender lanzas por los blogs, pero quiero apuntar en una dirección que a veces no se tiene demasiado en cuenta: El blog no tiene por qué ser «exclusivamente» una herramienta de innovación «en el aula»; algunos de los que usamos blogs no somos especialmente innovadores (sobre todo con el déficit de equipamientos que tienen nuestros centros), pero utilizamos el blog para estar al día en nuestro ámbito; también lo utilizamos para compartir experiencias y actividades «tradicionales» que, de otro modo, nunca llegarían a nuestros oídos.
Como digo, la actualización constante del profesorado a través de los blogs también es innovación, y más si tenemos en cuenta que cuando un profesor se establece en un centro, la tendencia es dejar de aprender y reciclar una y otra vez las mismas fotocopias.
Mi alumnado ha encontrado con el blog de aula un motivo extra para aprender y disfrutar creando textos.
Cada alumno/a ha trabajado diferentes clases de textos (entrevista, recetas,…) para luego publicarlas. No es la panacea pero en mi clase de sexto ha sido un revulsivo.