Adenda 27/11/2011: Ya está disponible online el informe completo. Para bajárselo hay que ir al catálogo de publicaciones de la Fundación Telefónica, buscar el informe titulado «Las TIC en la educación. Realidad y expectativas», registrase y entonces y solo entonces se puede descargar. (Comentario: es sencillamente increíble lo complicado y estúpido del procedimiento. La publicación individual ni siquiera tiene una URL propia para poder referenciarla en cualquier medio. Si lo que quieren es que nadie lea sus publicaciones, lo están consiguiéndolo 🙁 ).
Si hace quince días, en el III Congreso Escuela 2.0 (Granada), Manuel Area presentó los primeros resultados de una investigación sobre «¿Qué opina el profesorado sobre Escuela 2.0?» (de la cual ya nos hicimos eco en este blog) esta semana en el VI Encuentro Internacional Educared se presentó el informe «Las TIC en la educación. Realidad y expectativas» (online solo se nos ofrece la portada, el prólogo, el índice y la introducción genenral 🙁 ) un nuevo diagnóstico de la situación de las TIC en la educación de nuestro país. El informe ha sido realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga, coordinados por Miguel Sola y J. Francisco Murillo.
Los investigadores han utilizado una metodología cuantitativa (una encuesta a una muestra de 1.300 docentes) y cualitativa (tres grupos focales con informadores clave de Andalucía, Galicia y Cataluña, para ofrecernos una radiografía de lo que está ocurriendo con las TIC en los centros educativos de España. Y la «foto» que sale de nuestras escuelas tiene muchos matices: la botella está medio llena o medio vacía, según las expectativas del lector.
El informe se completa con una serie de estudio de casos sobre buenas prácticas en centros (San Walabonso, Cal Gravat, Montserrat y Fene) y el Proyecto «Construyendo historias», un análisis del panorama internacional sobre la integración de las TIC en la educación formal y una interesantísima «síntesis final» en la que se destacan «desaciertos», «malos hábitos» , «las claves de las buenas prácticas» y, la pregunta del millón: «¿esperanza o confianza?». Los investigadores concluyen que, pese a la visión crítica de los grupos focales, que parecen tener más esperanza que confianza, más centrados en lo que conocen mejor, los problemas que sufren a diario, «es posible terminar este trabajo inclinando la balanza, aunque sea ligeramente, del lado de la confianza, porque hay algunos indicadores que lo permiten» (p. 173). Cada vez hay más «buenas prácticas» y, prosiguen, «nunca como antes se habían relacionado entre sí tantos docentes que comparten intereses e ideas e intercambian experiencias y cuestionan y construyen conocimientos como hasta ahora con la publicación de sus blogs y gracias a las redes sociales» (p. 173).
Esa impresión es también la que uno obtiene de encuentros como Escuela 2.0 o Educared: muchos conocidos, sí, pero también gente nueva, que hace cosas muy interesantes y que conoce perfectamente todo lo que se hace de bueno con las TIC en la educación en este país. Gente que ya «está en contacto» o que se ha incorporado recientemente a esa gigantesca conversación que hay en Twitter, Facebook, Ning, la blogosfera educativa, etc. sobre estos temas. Es primordial que cada día seamos más: si haces algo con las TIC que crees que es interesante, cuéntalo en la red. Seguro que le será de utilidad a alguien. Si estás empezando, no te dejes acomplejar por ello, todos estamos siempre empezando 🙂
Tuve la enorme suerte de asistir como invitado a una sesión de trabajo en la Universidad de Málaga junto a J. Luis Castillo, Juan Rafael Fernández, Fernando García Páez, Diego García… y otros representantes de las familias, de la escuela concertada y de la privada.
Sólo aclarar que los invitados a aquella reunión éramos la parte convencida del asunto. Se expuso allí que no éramos representativos de todo el colectivo de docentes y que mucho nos temíamos que el personal no implicado supera en número al de docentes que incorporan (mejor o peor) las TIC a su práctica diaria.
Además, el colectivo de aquella sesión era masculino en su totalidad, cuando sabemos que las docentes son mayoría en los centros de primaria, y echábamos en falta a alguna representante femenina que equilibrara mínimamente la balanza. Esto daba idea de lo ya comentado respecto a nuestra representatividad.
Creo que se ha consultado a mucha mas gente y se han formado otras sesiones de consulta y trabajo. Confío plenamente en la muestra y los datos tomados por el equipo investigador y en su análisis de las ideas y comentarios que hicimos, pero personalmente, no soy tan optimista a corto plazo, incluso observo un cierto cansancio y abandono en las personas que han venido impulsando esta revolución docente, aunque sí pienso en positivo si hablamos de un mayor tiempo de implantación.
Hola Benito,
Eso es lo que dicen los investigadores: que los grupos focales son muy críticos desde su conocimiento de los problemas del día a día en sus centros. Y buena parte del «optimismo» (por llamarlo así) de los investigadores es fruto de la comparación de los resultados de este estudio (encuesta, grupos) con los de otra investigación anterior de 2006. Lástima que no esté el informe completo online (espero que lo suban completo en breve) porque contiene muchos matices sumamente interesantes.
Continuamente, a los maestros y profesores nos estan lloviendo críticas y palos de todos los sitios, y medios de comunicación. Sea cual sea su «orientación».
Estaremos de acuerdo que los maestros que utilizamos las TIC de manera innovadora en nuestras aulas, aun somos minoría. Pero creo necesario dar vuelta atrás y observar de donde veníamos. La situación está empezando a cambiar. Cada vez más maestros vemos a las TIC como una herramienta y un recurso, no como una finalidad. Es decir, cada día somos más los que, compartimos nuestras inquietudes, motivaciones, experiencias… Se acabó aquello de » como lo he hecho yo, no se lo dejo a nadie». La posibilidad que nos ofrece ese intercambio de opiniones es muy grande:
– nos motiva a seguir mejorando nuestro trabajo, gracias a poder compartir y mejorar ,si se cabe, nuestras propias actividades y experiencias;
– en consecuencia, eso fomenta la creación de material educativo y didáctico;
– ayuda a mejorar nuestra autoestima, muy «tocada» por diversos sectores sociales.
Así pues, tenemos que estar muy agradecidos a las redes sociales, ya que cada día son más los maestros y profesores que dedicamos a cultivarnos gracias a este recurso.
Quizá yo sea también de los de la esperanza. Tengo la impresión de que el cambio en la enseñanza es demasiado lento, respecto a la evolución de las TIC. Los cambios de los recursos y herramientas son muy rápidos, algunos docentes, la «élite», es capaz de seguir este ritmo de cambio, pero otros muchos, la mayoría, son incapaces de ir tan rápido… falta de tiempo, de ganas, de motivación, de curiosidad, de formación. Esto hace que cada vez la brecha entre los docentes 2.0 y el resto sea más grande. ¿Tendrán que renovarse los docentes para que la brecha comience a disminuir?
Si haguessis estat aquests dies a l’ITWorldEdu, crec que hauries arribat a conclusions semblants. Moltes pissarres digitals (el negoci d’alguns), moltes possibilitats dels continguts digitals (siguin multimèdia, interactius, en 3D o autocorrectius), grans programes de gestió (sens dubte molt útils pels equips directius), però no massa aplicacions pràctiques o metodologies noves.
Una presentació interessant, però no una novetat, ha estat el buscador educatiu http://www.tiching.com, encara en versió beta, una iniciativa enfocada a resoldre la cerca de continguts educatius, un projecte ideat per centralitzar la multitud de continguts que hi ha a la xarxa i posar en contacte el professorat, l’alumnat i els pares.