Ayer 17 de abril y en la Universitat Politécnica de Catalunya, un tribunal formado por los doctores Xavier Alvarez del Castillo, Llorenç Valverde, Enric Mayol, Xavier de Pedro y servidor concedió por unanimidad la máxima calificación a la tesis doctoral titulada Educació per a una societat de la informació sostenible presentada por Marc Alier y dirigida por el Dr. Miquel Barceló. El acto fue seguido por numeroso público y terminó con un animado debate sobre nuevas tecnologías y educación, sostenibilidad, la educación del hacker, constructivismo social, construccionismo, Moodle y su futuro, ingenieros raros metidos a pedagogos que, a diferencia de otros colegas más «ingenieriles»;-), no creen que la educación es un problema sencillo de resolver, el libre acceso al conocimiento científico, software libre y sostenibilidad y otros temas tan interesantes como los anteriores.
Hay tesis estandarizadas, que podría presentar cualquiera, y actos de defensa anodinos e impersonales en los que todo el mundo está envarado, representando su papel. El de ayer no fue así en absoluto. La tesis era «Ludo 100%», el acto de defensa fue «Ludo en su salsa», la presentación fue muy «Presentation Zen», había publico más allá de la familia y los compañeros de deprtamento (había ex-alumnos, cosa que creo que no figura en la evaluación de la actividad docente de la ANECA pero que dice muchísimo más de un profesor que los cuestionarios) y el debate fue intelectualmente muy estimulante. Se me hizo muy corto.
Más tarde, en la comida, los temas de conversación incluyeron las leyendas urbanas sobre la historia de Internet, el bajo momento actual de la novela de ciencia ficción, la historia «oculta» de la ciencia y la tecnología, y especialmente las injusticias rampantes sobre quién inventó qué y quién se llevó el mérito y la pasta, el tamaño del cerebro de los catedráticos (en clave de humor) y otros temas de igual interés. Estábamos tan animados que se me olvidó que llevaba una cámara de fotos. Al salir llovía «a bots i barrals». Supongo que despertamos algo telúrico en los cielos :-). En fin, un día muy interesante.
¡Qué envidia! Vaya juerga que os corristéis.
😉