La semana pasada tuvo lugar la última edición del taller de presentaciones efectivas del CENT. Cada edición, y llevamos ya cuatro, me da la oportunidad de incorporar cosas nuevas, revisar lo anterior, etc. Y cuando «rumias» un tema, surgen aspectos que antes no te habias parado a pensar. En esta edición les recomendé a los asistentes, profesores de mi universidad de diversas disciplinas, el excelente seminario sobre presentaciones de Alberto de Vega y Eduardo S. de la Fuente. Pero esta entrada no es solamente para recomendar este curso, también quería proponer un juego, otro producto de «rumiar» el taller 🙂
En las presentaciones es conveniente usar plantillas discretas, que no compitan por la atención del espectador con el contenido. La plantilla ideal es aquella que no se recuerde a la salida. Las plantillas «animadas» deberían figurar en el código penal. Y las corporativas o «de evento» (con logos de colorines en cada diapositiva, etc. son una mala práctica a la que hay que resistirse fieramente: ¿qué aporta el logo y el nombre de la empresa, universidad o congreso a todas y cada una de las diapositivas? Múestralo en la inicial y/o en la final y es más que suficiente.
El hecho es que la plantilla condiciona el significado de la diapositiva, incluso cuando usamos imágenes. Y aquí viene el juego. En cada una de las diapositivas siguientes aparece el mismo cuadro de Magritte. Es evidente que sin contexto y sin el discurso que «ilustra» es imposible atribuirle significado unívoco y que no sería lo mismo mostrarla a un público de publicitarios, de estudiantes en una clase de arte, de filósofos en un congreso sobre Foucault o en un taller sobre presentaciones. El juego es sencillo: averiguar qué «comunica» cada una de las diapositivas siguientes.
Diapositiva 1:
Diapositiva 2:
Diapositiva 3:
Diapositiva 4:
Diapositiva 5:
Diapositiva 6:
Moraleja: no da igual cómo mostremos las imágenes en las presentaciones. Debemos usar el lenguaje gráfico de acuerdo con nuestros objetivos.
Aquí viene al pelo la cuarta regla de Nancy Duarte en el vídeo siguiente. La cuarta regla dice «Diseño, no decoración». No se lo pierdan pero recuerden que es un vídeo, no una presentación y que esto es un blog y no el PowerPoint 🙂
hola, muy buen artículo… puedes encontrar planillas powerpoint gratis para usar en tus presentaciones en fppt. info … hay de todo, hay plantillas muy simples que están buenisimas para hacer presentaciones sin que se pierda la atención del contenido del tema. Yo siempre uso esas plantillas para mis trabajos, los recomiendo….
Sigue publicando mas post, son muy entretenidos y útiles. Gracias
Boníssims el post i els enllaços. M’ha recordat aquell: …. SI LUTHER KING HAGUÉS TINGUT UN POWER POINT:
http://www.scribd.com/doc/26894852/If-Martin-Luther-King-Had-Been-an-Aid-Offical-Power-Point
Gràcies.
Els comentaris aquí:
http://aidwatchers.com/2010/01/if-martin-luther-king-had-been-an-aid-official-the-powerpoint-version-of-i-have-a-dream/
Hola Jordi,
en primer lugar darte las gracias por recomendar nuestro seminario.
Son comentarios como estos, los que nos animan día a día a intentar mejorar nuestro material. Confiamos en que os resulte de utilidad en vuestra actividad diaria.
Actualmente estamos trabajando en ampliar el catálogo de presentaciones temáticas con dos nuevas incorporaciones: exposición y animaciones de modo que pasaos de vez en cuando por nuestro grupo de Presentaciones Artesanas en SlideShare: http://bit.ly/3PjZtx.
Un saludo y de nuevo muchas gracias.
A menudo es muy difícil encontrar el equilibrio entre diseño y decoración. Incluso cuando se utilizan transparencias «zen», normalmente se emplea una foto para acompañar un texto y en el 99% de los casos la foto es prescindible, ya que simplemente corresponde temáticamente al texto, reforzando si acaso su mensaje. ¿Es eso decoración? ¿Deberíamos usar sólo texto, una o dos palabras por transparencia, al estilo de Lessig, e incluir fotografías o imágenes sólo cuando estas sean relevantes? La decisión es difícil. Por eso he encontrado muy útil el ejercicio que planteas. Porque incluso la misma imagen presentada de distintas maneras transmite mensajes diversos. Aún debemos reflexionar mucho más sobre el uso que hacemos de las imágenes en nuestras presentaciones.
Gonzalo, ¿Podemos prescindir de imágenes en un medio fundamentalmente gráfico/plástico como son las presentaciones? Podemos, pero, ¿porqué habríamos de hacerlo? Podríamos prescindir también de secuencias de vídeo en un documental. Ken Burns emplea con frecuencia esa técnica, pero al igual que en el caso de Lessig en las presentaciones, hay que ser un auténtico maestro para explotar esa limitación y salir victorioso del empeño.
Si estamos empleando las imágenes como decoración no puedo estar más de acuerdo contigo, pero ten en cuenta que esto no es más que una «evolución» solapada de lo que se denominaba el síndrome de los sellos y que se traducía en eliminar cualquier espacio «vacío» en una diapositiva por lo demás repleta de texto mediante imágenes -habitualmente clip-art- del tamaño de sellos de correos y que poco o nada aportaban al discurso.
Si empleamos imágenes, al igual que en el caso de las animaciones, han de aportar valor y coherencia al discurso. Las diapositivas no son más que un apoyo al discurso y, «la estrella» es el ponente. ¿Una misma imagen puede variar su significado en función de la persona e incluso el momento vital? Sí, pero para eso está el ponente, para proporcionar un contexto en el cual la imagen que apoya su mensaje resulte coherente con lo que está explicando. Por supuesto no conseguiremos una cohesión entre imagen y discurso en el 100% de nuestra audiencia en ninguno de los casos, pero es el riesgo que hemos de correr para conseguir un mayor impacto visual/emocional en nuestra audiencia y conseguir por tanto que nuestro mensaje -cualquiera que este sea- cale.