Nadie que no esté dispuesto a aprender
todos los días debería enseñar.
¿Apócrifo?
Ruben R. Puentedura propuso hace unos años el modelo SAMR para explicar los distintos niveles de integración de las TIC en la educación:
La pregunta clave es ¿por qué necesitamos una transformación y no basta con seguir haciendo lo mismo que hasta ahora? Creo que muchos docentes se enfrentan a la integración de las TIC como un problema «técnico»: ¿cómo las incluyo en mi práctica para satisfacer las exigencias del legislador y del entorno social, y, al mismo tiempo, cambio mi práctica lo menos posible? Tranquilos/as. La industria de las TIC aplicadas a la educación nos ofrece «soluciones» a porrillo: aulas virtuales, pizarras digitales, libros de texto digitales, clickers y otros «Avecrems» que, por un precio módico y usándolas siguiendo el manual, proporcionan felicidad a raudales. Podemos integrarlas de manera que todo siga igual. A fin de cuentas, ¿no es ese el fin de la educación?
SI no tenemos una respuesta adecuada a la pregunta sobre por qué necesitamos urgentemente una transformación radical de la educación que ofrecemos a nuestros jóvenes, dificilmente emplearemos las TIC de otro modo que para reforzar las prácticas actuales. Así de simple y de complicado a la vez. No basta con añadir Avecrem al guiso: tenemos que cambiar de receta.
Yo tengo mi respuesta: creo que el mundo ha cambiado ¿Tienes tu la tuya?
Nunca me gustó echar Avecrem, creo que es una forma artificial de dar sabor a la comida. Haciendo una comparativa en educación, creo que sería dejar todo como está y no cambiar nada, «que nos lo den hecho», y aparentar que todo está perfecto, «como seguimos el libro…»,pensamos que obtenemos un buen resultado, pero todo es artificial, superficial. Si profundizamos vemos que este sabor no lo hemos generado, nos lo han dado.
CREEMOS nosotros los sabores, somos muchos y muy variados, podemos hacer un buen guiso, aportando cada uno lo que tiene, lo que es, lo que sabe. Quiero cambiar la receta porque nuestros alumnos se lo merecen y tienen derecho a probar nuevas recetas, nuevos sabores, no siempre las mismas. Esta es mi respuesta.
El mundo ha cambiado, la gente ha cambiado, las TIC han cambiado, su uso muy poco ¿Nosotros, los docentes, hemos cambiado? ¿Y la escuela?. Aquí hay debate.
Gracias Jordi 😉
Ahí está el problema. Como pregunta Javier… ¿el docente ha cambiado?. Muchos, ni cambian ni quieren cambiar, y ahí está el obstáculo principal a la transformación de la escuela.
Tenemos que empezar nosotros a darnos cuenta de que los niños no son iguales, de que las herramientas por sí solas no ofrecen cambios, de que son las mentalidades de los que enseñamos las que pueden hacer que las leyes cambien.
Política y educación… mal rollo. Profesorado acomodado en sus sueldos y sus vacaciones… mal rollo al cuadrado.
“Si educamos hoy igual que ayer, les robamos a nuestros alumnos su mañana” John Dewey, 1916
Creo que sí tengo una respuesta. De hecho es mi motivación como biólogo. El mundo está cambiando muchísimo, a muchísima velocidad. Y no digo socialmente. Digo globalmente. Esos cambios nos llevan a futuros inciertos. Y en esos futuros inciertos no sirve lo que hacía la escuela, que era transmitir paradigmas. Es decir, se centraba en el pasado, no en los retos venideros (se asumía que con lo que sabíamos podíamos afrontar el futuro, y no es así; véase cambio climático, cambio en el uso de los territorios, colapso de las pesquerías, acidificación del océano…).
Además, la sociedad decidió hace tiempo que clasificaría a sus miembros en función de su ajuste a los paradigmas. Y ha premiado la especialización. Y eso ha obviado muchos talentos que no son útiles para adquirir paradigmas, pero sí para hacer un uso nuevo de ellos, como requieren futuros inciertos. Y también ha obviado la visión global que requieren las buenas tomas de decisiones.
Por cierto, que el buen ajuste a los paradigmas tiene una víctima colateral: la dificultad en cambiar de opinión…
No me vale la escuela actual, centrada en libros de texto (digitales o de papel, me da igual, porque siguen siendo herramientas de transmisión de paradigmas). Necesito una escuela nueva, basada en la inteligencia colectiva. Y eso sí me lo dan las tIC, mediant redefinición.
Aunque supongo que algo de la escuela antigua se podrá salvar. Lo que no sé es el qué…
Lo he dicho en twitter y lo repito aquí: Y much@s ni avecrem. Me explico:
Justo ayer hablando con unos familiares que tienen un hijo en 1º de ESO nos comentaban cómo era posible que los profesores no tuvieran interés, formación, … en usar los ordenadores que acaban de llegar a las aulas. No podían entender cómo no aprovechaban estas herramientas para motivar a sus alumnos.
En palabras textuales decían que sus hijos hacían tareas aburridas mientras miraban con ojos ávidos el armario lleno de ordenadores. Cerrados y sin usar!!!
Estos padres estaban más concienciados que el propio profesorado, comentaban que los chicos de hoy en día necesitan otras maneras de trabajar, … ¿Si cuándo llegan a casa usan el ordenador por qué no lo hacen en el colegio?
Y yo me pregunto ¿Dónde está el problema? ¿De quién depende la integración de las TIC en el aula?
La cabeza me hierve así que dejo las reflexiones para otro día …
Bon diumenge de Pasqua!!!
Pues la respuesta es que debemos optar por la «verdad», antes que por la «verdad de la época», dado que esta última pretende siempre a toda costa reconducir las experiencias creativas y la innovación a esquemas tradicionales de inversión-beneficio. http://www.slideshare.net/fllorensc/la-tecnologa-como-verdad-incmoda-actitudes-vs-mecanismos
Por cierto Jordi, me acabas de fastidiar el Tema (del blog, o sea, la plantilla). Estaba barajando también esta misma para mi nuevo dominio.
@FrancescLlorens
Plantilla blog: «se siente» 😀
j.
El problema no sólo es usar los avecrems como forma artificial de enriquecer un guiso, me explico, comparemos una misma receta hecha con avecrem y otra con el caldo tradicional, hecho con ingredientes auténticos, frescos, los necesarios que una receta determinada requiere para que el sabor sea el adecuado y por supuesto hecho con mimo, cariño, y el cuidado que un guiso se merece.
Volviendo a la comparación entre comidas y TIC, aún podríamos hincar más el diente en el asunto; las herramientas disponibles en la actualidad para que los docentes integren las TIC en el aula, no sólo son los complementos “avecrem” que con sus consignas dan tanta felidicidad, profundizando algo más en el temna, pienso que en parte se han convertido en “comida basura o fast food” todo hecho y listo para engullir, sin tener en cuenta el sabor, ni los ingredientes base, igual un guiso de carne sabe a pescado o viceversa ¡qué más da! total, ¿no está ya todo listo y preparado, y causa menos trabajo?. Todos ellos saben del mismo modo, y lo que es peor no aportan ningún nutriente a la salud, en este caso del alumnado, por tanto mucho menos al profesorado.
Con todo ello se está creando una sociedad ausente de pensamiento, de creación, sin iniciativa, una sociedad de borreguitos que van al mismo abrevadero.
Crear, cambiar, probar, equivocarse, rectificar, es avanzar, es crecer en conocimientos y como personas. Yo no estoy dispuesta a usar “avecrems” o sucedáneos cuando tengo muchos otros ingredientes a mi alcance que me permiten hacer infinidad de guisos más sabrosos y según la demanda de los comensales.
Bon Día! En primer lugar felicitaciones al autor, puesto que me ha parecido muy interesante el blog. De hecho yo también trabajo sobre las oportunidades de las nuevas tecnologias, pero desde la perpectiva de revitalizar el rural, intentando ver como puede servir de nexo directo entre ruralitas y urbanitas.
Me parece muy importante la última aseveración, porque yo creo también que «el mundo ha cambiado», y un acercamiento a las nuevas tecnologías por parte de los alumnos de primaria y secundaria, pero también sobre todo por sus padres y abuelos, puede ayudarnos a superar la conocida brecha digital.
En mi caso estou realizando una investigación sobre productores agrarios que comercializan sus productos directamente a través de internet. Dentro de los productores existe todo tipo de formación: desde gente con doctorados hasta gente con estudios básicos, desde gente de 30 años a algunos que pasan de 60. Pero el caso es que todos, se han ido acostumbrando a utilizar las nuevas tecnologías, y les parece revolucionario para su negocio. Cierto es que la adaptación suele ser difícil, pero todos coincíden en que el futuro está ahí, máxime si pensamos en las nuevas tecnologías para chicos que todavía están en el colegio. Por lo tanto considero que las nuevas tecnologías son un hecho clave para la formación de las generaciones venideras, y por ello encuentro positivo que se formen a profesores en las TIC. Pensemos en la utilidad y el uso de las TIC hace solo 10 años y en las oportunidades (y obligaciones) que podemos tener dentro de solo 10, ya que la sociedad a medida que avanza va segregando, cuando menos en algún aspecto, a aquellos que no se actualizan, o no están dispuestos a hacerlo.
Afonso
¡Totalmente de acuerdo con Jordi! Hay que llamar a las cosas por su nombre. Una comida puede ser «sabrosa» (echándole avecrenes) y no ser «sana». Esta mañana acabo de ver un programa en la TV sobre la muestra Aula 21 y sólo hablaba de la escuela del futuro ligada a la tecnología, a las pizarras y similares,… y ni una palabra de metodología.
Hace poco participé con 20 alumnos y alumnas de 5º y 6º de Primaria (la mayoría eran de 5º). Para mi fue una de las mejores experiencias de mi vida educativa. «Comida» natural, sin «avecrenes» cocida en directo, cambiando paradigmas al uso:
http://ticcisneros.blogspot.com/2011/04/desconferencia.html
Jaja, tampoco me gusta el avecrem.
Para algunos la escuela es el sitio donde se transmiten paradigmas, como apunta J.L. Castillo, y si acaso las herramientas TIC las van a usar para eso. ¡qué desperdicio!. Me he acordado del vídeo :
🙂
Para otros, incluso antes de la llegada de la tecnología, la escuela es otra cosa más ambiciosa que tiene que ver más con «encender el fuego» que con «llenar la olla» y las nuevas herramientas ofrecen nuevas posibilidades para encender ese fuego. Por aquí va mi respuesta.
Saludos a tod@s.
Bon diumenge de Pasqua, per a mi d’Easter!!!
Me encanta la facilidad que tienes para ser un «forofo» de las últimas novedades TIC a la vez que pones en duda la utilidad que estas tienen en el proceso educativo jeje!!.
Dicho esto, voy a tu «metáfora» del avecrem. Cuando lo he leído me ha venido a la mente que mis abuelas y mis tías abuelas mal vendieron y cambiaron los muebles de época (macizos y auténticos) por palanganas y cacharros de plástico de colores. Mis tías y mi madre utilizaron el avecrem para poder darnos de comer como símbolo de progreso y de poder cocinar (con garantías) cuando el boom del trabajo femenino ya no les permitía estar tantas horas en la cocina y dedicadas a la familia.
En los dos casos, y con el tiempo, creo que todas descubrieron lo mismo. Que lo moderno no es mejor, ni de más calidad ni ayuda en muchos sentidos. Creo que con las TIC pasa lo mismo. No debemos estar pendientes, como profesionales, de adoptar las últimas apariciones si no estamos seguros/as de que realmente pueden aportar alguna cosa en términos de innovación y de mejora. Por supuesto, como digo siempre, las TIC sin contenido y sin intervención «humana» no dejan de ser unas máquinas tontas e inútiles en términos de educación y formación.
Que continúen bien vuestras mini-vacaciones :-).
Besos desde el continente Americano.
Carai Jordi, veig que això de l’Avecrem ha generat debat. Jo tampoc n’utilitzo mai a la cuina, em sembla una manera de forçar el sabor. Evidentment que els ordinadors han de funcionar a les aules però és feina nostra guiar els joves sobre la funció de cada ingredient per elaborar el guisat.
Creo que podríamos encontrar muchas respuestas. Me apunto a las ya dadas en anteriores comentarios, y aporto mi reflexión personal.
¿Por qué necesitamos una transformación y no basta con seguir haciendo lo mismo que hasta ahora? En cualquier ámbito de la vida cuando algo no marcha, no funciona, lo cambiamos. A veces intentamos maquillarlo, disfrazarlo. Cuando nos empeñamos en esta solución facilona y engañosa, lo que no funcionaba se enquista, lo queramos ver o no.
La escuela, tal como está montada, no funciona. Mientras olvidemos los cambios y mantengamos las mismas estructuras, por más que las maquillemos, va a seguir sin funcionar.
Al famoso chiste del medieval que llegó a la actualidad y se encontró con que todo era diferente hasta que llegó a la escuela, donde se sintió como en casa; es cierto que le va quedando poco tiempo.
La pena es que o nos planteamos en serio de qué va todo esto y creamos la escuela que los niñ@s del s.XXI necesitan para crecer, entender y transformar el mundo o el hombre del chiste, una vez pasado el primer susto al ver las PDIs, volverá a sentirse como en casa.
Caldo de carne sin conservantes ni colorantes.
Ingredientes: 100 gr. carne (morcillo troceado o carne picada), 1 zanahoria, media cebolla, 1 cubilete de vino tinto, 1 hoja de laurel, pizca de tomillo, 1 ramita de perejil, 3 ramitas de apio, pizca pimienta negra, 2 cucharadas de aceite de oliva.
Elaboración: Introduce en el vaso la carne y el aceite. Programa 5 minutos, 100º, velocidad 1. Añade la zanahoria pelada y en trozos de 1 cm. de largo, el apio, la cebolla pelada y en cuartos, y el perejil. Pica 10 segundos a velocidad 5. Sigue cocinando otros 5 minutos, a 100º, velocidad 2.
Si se aplica a la educación: conocemos todos los ingredientes (lo que hay que enseñar y aprender), prescindimos de colorantes y conservantes tradicionales(metodologías y prácticas «de toda la vida») , le damos con un cacharrito de la escueal 2.0 y ya tenemos lo de toda la vida. Más práctico, cercano y duradero.
Según mi opinión, nada podrá seguir siendo como antes al integrar la tecnología en las aulas; o más bien, nada debería ser igual.
La tecnología ( ordenadores, Internet…) hace un impacto muy grande en la idosincracia del sistema, de la sociedad, de la educación… En fin, tiene sus propias reglas de funcionamiento. Lo que los deocentes nos debereíamos preguntar, es: ¿ si en la sociedad este impacto ya se palpa, se siente, se muestra, se observa…; porque en la educación aun hay «profesores» que muestran una animadversión a su uso com herramienta de aprendizaje?
Lógicamente,podemos seguir pensando que visualizar alguna presentación, o hacer los ejercicios memorísticos de una editorial de texto «digital» es intrdocir las TIC; pero introducir las TIC en la aula implica mucho más que eso. Implica un canvio metodológico, implica dotar de protagonismo al propio alumno, hacerlo más partícipe en su proyecto de vida, de aprendrer…
Implica, claro está, un interés y una formación continuada y para siempre, del profesorado que las está integrando en sus aulas; implica tener en un PLE actualizado, donde la información es básica para dotar de significación los contenidos a mostrar a tus alumnos…
«Para saber si el hombre puede llegar o no a
conocer la verdad es más razonable hacer la
prueba que discutir acerca de ello.»
– NOVUM ORGANUM – Francis Bacon – Prefaci
Mi respuesta sería porque creo que es necesario que cambiemos el mundo.
Salud y un abrazo,
Sime
Creo que ahora hasta cocer o enriquecer ha cambiado. Nos guste, o no, los supermercados, los mercados, las familias, los bares y restaurantes…todos ofrecen una nueva estética, una nueva carta y unas nuevas presentaciones.
¿Hace tan solo 10 años nuestra compra y nuestras recetas eran las mismas? Una simple ensalada de lechuga ¡vaya cambio!
La tribu educa en un ritual cultural Nuthal (2005, pp.895-934) nos pone de manifiesto que la enseñanza es un ritual cultural que se ha asimilado por cada generación a lo largo de varios siglos y que reproducen los docentes, las familias y los propios estudiantes sin conciencia de sus fundamentos e implicaciones. La generación de padres y profesores que ahora usan las Tecnologías de la Información y la Comunicación nunca recibió el ritual de esta nueva Sociedad.
Quizás estas reflexiones sirvan para el debate abierto
http://www.slideboom.com/presentations/189207/Emoci%C3%B3n-2.0
http://canadablanchinfantil.blogspot.com/
¿Por qué necesitamos una transformación y no basta con seguir haciendo lo mismo que hasta ahora?
Pues yo creo que es porque nos empuja sin remedio el momento actual y el futuro mucho más. Los cambios en la vida y la sociedad son tan importantes y rápidos que no tenemos más remedio que adaptarnos.
Siguiendo la metáfora gastronómica, todo el mundo tiene que comer, pero no todo el mundo come igual, ni a las mismas horas, ni prepara igual los productos, a alguna gente hay alimentos que no le sientan bien… etc. etc. En educación pasa igual. Es difícil (y no recomendable en mi opinión) extender o unificar una forma o condiciones de enseñar, cuando cada centro educativo, comunidad escolar, administración, alumnado, profesorado etc. son de tal forma y con tal circunstancia. Cada cual debe encontrar cómo aplicar mejor un método unos sistemas, etc. para conseguir los resultados que se propongan y que sean beneficiosos para su entorno.
Respecto a las TIC, constituyen unas herramientas tan poderosas y útiles que seguro que estarán presentes en lo que se propongan en educación. La clave está en la formación necesaria para hacer eficaz el proceso de enseñanza aprendizaje, promulgar la reflexión y emprender proyectos y propuestas interesantes en los claustros y comunidades escolares para disfrutar del proceso de enseñar (con TIC, claro).
Hola Gádor,
Todavía se me ocurre otra vuelta de tuerca a la metáfora, al hilo de tu comentario. Imagínate que el 30% de los comensales habituales les sienta mal la comida habitualmente o pierden peso de manera sistemática. ¿Acaso no revisaríamos los ingredientes o la manera de preparar los alimentos? Lo que no haríamos es echarles la culpa a ellos 🙂 No todo vale en educación. Hay recetas que salen bien y otras que a gran parte de la gente le sientan fatal. Se trata de promover las primeras y evitar las segundas.
La metáfora de la alimentación es muy sufrida: le hacemos «decir» lo que queremos 🙂
La cocina es uno de mis lugares favoritos, pero sin avecrem. Me enseñaron que había que guisar con buenos ingredientes, paciencia, y mucho cariño. Si a esto le añades una buena copa de vino y buena música se convierte en un placer y no en una rutina. Debemos hacer lo mismo con la educación; debemos despertar y volver a «tener ganas»: ganas de emocionarnos,de buscar cosas nuevas, de innovar,y sobre todo de escuchar lo que quieren nuestros alumnos, que van cambiando y por lo tanto la misma formula no siempre vales. En definitiva de volver a ser educadores y no instructores.
Pero volviendo a la metáfora, el avecrem engancha; su olor es peculiar, es algo «seguro», lo hay en diferentes formatos y…¿para que voy a hacer algo que me dan hecho?,esta pregunta es difícil de contestar, sobre todo para aquel que esté en este mundo sin afición, para aquel que solo guisa para llenar los estómagos y no para disfrutar de la comida. Yo la contestaría: los estómagos de los comensales se lo merecen y egoístamente es más divertido y gratificante para mí, es decir nuestros alumnos se merecen buenos materiales y metodologías acomodados a sus circunstancias y actualizados socialmente y para mi sigue siendo más divertido y gratificante, aunque claro has de moverte y currartelo.
Ana