¡El tercer post de hoy! ¡Uf! ¡Cuantas cosas por contar!
Estoy leyendo el libro de Jordi Marín, Ramón Barlam y Clara Oliveres «Enseñar en la sociedad del conocimiento. Reflexiones desde el pupitre» editado por ICE-Horsori y lo encuentro absolutamente recomendable. Es un libro escrito por docentes para docentes desde la experiencia, el talento y la sinceridad.
No hace falta que presente a los autores. Son de sobras conocidos entre los que nos dedicamos a todo esto de las nuevas tecnologías y la educación. A Jordi hace menos tiempo que lo conozco, pero su blog está entre mi lista de imprescindibles. Y de Ramón, ¿qué voy decir? ¿Que hace años que somos amigos? Cuando yo llegué a esto de la Internet y empecé a vislumbrar qué podíamos hacer con ella en educación (a principios de los noventa), él y sus compañeros y compañeras de LaceNet ya estaban metidos a tope en el tema. De los proyectos de LaceNet aprendí una enorme cantidad de cosas… sobre todo de pedagogía. Callús (el Bages, Barcelona) fue una peregrinación obligada para mi. A Clara no la conozco personalmente (un tema que espero solucionar pronto), pero sus ilustraciones (véase el ejemplo de más arriba) son estupendas. En fin, el lector está avisado: soy amigo de los autores. Encima el prólogo es de César Coll (otro amigo) 🙂
¿Y de qué habla el libro? Pues habla de educación, de formar ciudadanos y ciudadanas del Siglo XXI y de qué significa ser profesor en plena sociedad del conocimiento. Y se habla desde la experiencia y el compromiso. Los autores comparten con nosotros lo que han aprendido «arremangándose» y formando parte, desde un instituto, de todas estas nuevas realidades, a veces difíciles de comprender, del mundo de los adolescentes actuales. Todos conocemos la actitud de aferrarse al pasado y de hacer ver que no sucede nada, que todo sigue como antes «y si no, es un problema de la realidad, no mío». La actitud de los autores es comprender y actuar, apostar por los jóvenes e intentar aprovechar lo mucho que nos ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación, sin renunciar al rol que debe desempeñar el docente en un momento de la historia en que la educación es más importante que nunca para nuestro futuro. Los títulos de dos apartados consecutivos del primer capítulo, «A nuevo escenario, respuestas distinas», me parece que resumen perfectamente su postura. El primero se titula «¿Están nuestros jóvenes peor preparados que los de generaciones anteriores?» (tema recurrente en muchas salas de profesores) y el que le sigue «¿En qué tres cosas son mejores los jóvenes de esta generación?». Portátiles, libros de texto digitales, redes sociales, móviles, videojuegos, entornos virtuales 3D, «pouerpoints», etc. son algunos de los temas sobre los que reflexionan y nos cuentan sus experiencias. Al final de cada capítulo se recomiendan algunas lecturas breves, vídeos en línea y blogs y páginas web. Todos los enlaces a estas referencias se pueden consultar online.
No me resisto a copiar aquí (traducidos), los motivos que explicó Ramón en el acto de presentación y que recoge en su blog para escribir el libro (es que me cita 🙂 ).
…
De hecho, y ya como reto personal, me prometí que algún día escribiría en esta línea, después de ver las infumables publicaciones de Antonio Moreno (El panfleto antipedagógico), Fabricio Fernández y otros (Planeta ESO) y Toni Sala (Crónica de un profesor de secundaria). Y es que nuestros alumnos merecen que hagamos algo más que encallarnos en el pasado añorando un sistema que ha pasado a mejor gloria.
Palmira Santamaria, presidenta de LaceNet y buena amiga, condujo el acto [de presentación del libro]. Me preguntaba por qué habíamos escrito este libro. Me permitiréis que lo recuerde:
En primer lugar, porque siguiendo los consejos de Jordi Adell, los maestros tenemos que explicar y publicar lo que hacemos. Aunque los medios de comunicación no se hagan eco (como por supuesto ha pasado con la presentación de este mismo libro, la III Jornada Espurna y la presentación del grupo de secundaria de la Red LaceNet, el I Pecha Kutxa comarcal organizado por el CRP del Bages y del I Trabajo de Síntesis intercentros, en el que han participado 6 institutos de la comarca y un buen número de profesores). En una sociedad en que lo más importante es el fútbol, y la educación pasa de puntillas, tenemos que reivindicarnos un poco.
En segundo lugar, porque en nuestro libro damos voz a muchos compañeros que piensan como nosotros. Que entran cada día en las aulas con ilusión y ganas de hacer cada día mejor su trabajo. Para Carme Barba, Núria Alart, Ricardo, Flora, Núria Reguant, Josep Masalles, Palmira, Jaume, Toni, Mónica, David, Montse, Ángel … y tantos más. Todos con nombre y apellidos. Son tantos que no cabrían en una página.
En tercer lugar, porque cuando un encargo viene de una persona de la valía de César Coll es una oportunidad única para conectar la universidad con las trincheras. Y es que siempre reivindico que las universidades nos han de hacer más de hermanas mayores y emprender más proyectos juntos.
Finalmente, porque es un gozo ver cómo Sara y Siham, que participaron en la mesa redonda posterior junto al César, Toni Casserres (del Executive Council de la International Education and Resource Network, a quien también agradecemos su colaboración), han acabado con éxito el bachillerato. Oírlas hablar en un catalán impecable, después de ver cómo han luchado estos últimos 5 años, salvando todo tipo de obstáculos, es como para que la gente que ha votado PxC se plantee algunas cosas.
¡Bien dicho, Ramón! Otra educación es posible y la gente como tu y Jordi nos lo demostráis cada día.
Me quedo con esto y ojalá que cunda el ejemplo
«Y es que nuestros alumnos merecen que hagamos algo más que encallarnos en el pasado añorando un sistema que ha pasado a mejor gloria»
Jordi, dejo de abrir Twitter dos dias … y me encuentro con esto de buena mañana. Que cuatro reflexiones, muchas de ellas fruto de las muchas charlas que hemos tenido en los últimos años merezcan este gran reconocimiento, pues es para que uno cargue un poco más las pilas y se anime a continuar trabajando en esta línia. La verdad es que ha sido un lujazo y un placer trabajar con Jordi Marín y Clara. Son de aquellas personas positivas, a quienes gusta su trabajo y se ilusionan por él. Y con quien, como contigo y muchos amigos más, tenemos ese feeling mágico que nos hace coincidir automáticamente en lo esencial. Es por ello que ha sido muy fácil ponernos de acuerdo en todo: en la finalidad, la estructura, los temas clave y hasta los aspectos más superficiales del libro.
En fin Jordi, que en Sagunto estás invitado como mínimo a un par de cervezas.
Gràcies, amic !