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A vueltas con la competencia digital de los docentes

En la entrada anterior, al hilo de un artículo de EDUTEC, hablaba de la escasa presencia de las TIC en los nuevos planes de estudio de Magisterio (que en el Máster de Secundaria se convierte en nula). Algo grave si queremos introducir las TIC en las prácticas cotidianas de nuestros centros docentes. Todo eso de la Escuela 2.0.

One Laptop per Child Peru: Ferreñafe. Algunos derechos reservados.

Aunque parezca evidente, mucha gente, incluso profesionales de la educación, hablan y actúan como si para usar las tecnologías de la información y la comunicación como docentes bastara con saber algo de informática, la que se aprende usando Facebook y el Word, y poco más. Quizá sea porque las han usado poco ellos mismos/as en su práctica profesional. No es extraño oir discursos en la línea de que los jóvenes que llegan a la universidad para formarse como docentes ya poseen la competencia digital y, por tanto, no hace falta incluir ninguna asignatura, módulo, contenido, actividad, etc. específicos. Pues miren, no basta. Ni de lejos. ¿Quieren un ejemplo? Piensen en la diferencia entre «saber usar el PowerPoint» y «saber hacer una buena presentación» o entre «usar Facebook» y «saber crear y dinamizar una comunidad de aprendizaje apoyada en una red social» o entre «crear una página web» y «diseñar una actividad didáctica con TIC» o entre «crear un blog» y «crear y mantener un blog de aula». Y si hablamos de actitudes, las diferencias son aún más grandes. Por traer aquí solo un par de ideas que cito a menudo: actuar como si la escuela fuera una isla o un nodo de una red o tener la capacidad de seguir aprendiendo y desarrollándote profesionalmente enriqueciendo tu propio PLE o, en plan macro, diseñar un plan TIC para un centro y saber dinamizarlo y hacer el seguimiento correspondiente. Y todo esto no son competencias, son solo concreciones muy específicas (y temporales) de competencias más genéricas. ¿Convencidos?

El objetivo, por tanto, es que los/las futuros docentes posean la «competencia digital docente» y no solo la competencia «tratamiento de la información competencia digital» básica, la de todo ciudadano/a que define la legislación vigente sobre enseñanzas mínimas en los niveles obligatorios. ¿»Competencia digital docente»? ¿Usar el PowerPoint y la pizarra digital para enseñar? Bastante más que eso.

¿Quieren saber de qué va todo eso de la competencia digital docente que debería desarrollarse en la formación inicial de los docentes de todos los niveles, incluidos los universitarios (si alguna vez existiera o existiese)? Pues lo primero que deberíamos tener en cuenta es que se trata de un campo en desarrollo, un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes cambiantes en respuesta al rápido desarrollo de las TIC y del uso que de ellas hacen los jóvenes y no tan jóvenes en nuestra sociedad. Un ejemplo: cualquier investigación o publicación sobre la competencia digital docente de más de cuatro o cinco años es muy raro que incluya el problema de la privacidad en las redes sociales o la «ciudadanía digital», los derechos y deberes que tenemos en ese nuevo espacio de convivencia. Pero hoy, con el 90% de los adolescentes usuarios habituales de las redes sociales es impensable que un docente no posea formación sobre cómo actuar en este sentido. Claro que también podemos pensar que eso es cuestión de la familia y que los adolescentes deben dejar fuera del centro educativo sus relaciones en las redes sociales, los móviles, etc. y concentrarse únicamente en el currículum. Pero es de completos ilusos. También podríamos pedir que se dejen las hormonas en casa, pero eso no va a pasar. Pues lo otro tampoco. Mejor estar preparados y tener formación y criterios. Es más,  deberíamos ir un poco más lejos y plantearnos cómo podemos usarlas con fines educativos. El riesgo que corremos si ignoramos todo esto es acrecentar la brecha entre la vida (el hogar y la calle)  y la escuela, que ya empieza a ser demasiado grande. El riesgo real es que la educación formal alcance algún día el 100% de irrelevancia social, económica y ciudadana. Y ya vamos por un buen porcentaje.

Casualmente, ayer «encontré» (serendipia) una reciente presentación de Jordi Vivancos sobre este tema que, entre otras ideas muy interesantes, citaba las iniciativas de estándares de competencia digital docente más conocidas. Y como copiar y pegar es una competencia que poseo desde hace años, aquí va una lista. Creo que deberíamos considerarlos solo documentos para la reflexión y el debate. Personalmente no asumiría ninguno al 100%, ni creo que «establecer» estándares mandatorios sea la única o la mejor manera de lograr objetivos educativos (mi fe en el BOE para provocar revoluciones didácticas es bastante escasa 🙂 ). Y todos sabemos que estándares e indicadores son peligrosos en manos de los tontos. Pero es lo que tiene ser un criticón: nada te parece bien del todo.

La lista de estándares de competencia digital docente:

¿Me dejo alguno interesante? Pues en los comentarios se puede completar esta lista. Las sugerencias son bienvenidas.

Con todo esto, más la literatura científica que analiza y evalúa el resultados de iniciativas que los han puesto en marcha en la formación inicial y permanente del profesorado (si existe), y una buena dosis de sentido común, podríamos empezar a hablar de la competencia digital de los docentes y diseñar algunos planes para el futuro: reformar la formación inicial y permanente del profesorado, crear una certificación TIC oficial para docentes en activo y vincularla a retribuciones, mediante un portafolios docente TIC, etc. Solo son un par ejemplos.

 

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Escuela 2.0 – Magisterio 0.9

En un reciente artículo de Rosario y Gabriel Herrada Valverde publicado en EDUTEC y titulado «Adaptación de los estudios de Magisterio al EEES: las TIC en los nuevos planes de estudio» se analiza el caos de las TIC en los nuevos planes de estudio de Magisterio:

Los resultados muestran que, mientras los antiguos grados la asignatura troncal que ofrecía una formación común a todos los estudios dentro del territorio nacional, en los nuevos planes se observa una clara dispersión de la presencia de estas asignaturas dependiendo de cada universidad. Así, mientras algunas universidades incluyen varias asignaturas relacionadas con las TIC, o incluso menciones o itinerarios específicos en dicha materia, otras no ofertan asignatura alguna sobre TIC, ni siquiera como optatividad. Por otro lado, se observa como, en general, la presencia de asignaturas TIC en los Grados de Educación Primaria es mayor que en los de Educación Infantil.

Yo puedo hacer otro estudio rápido sobre las TIC en el Máster de Formación del Profesorado de Secundaria: se deben haber integrado tanto ya en la docencia que no hace falta incluirlas en los planes de estudio. No existen.

Y luego las autoridades quieren «escuelas 2.0″…¿con una formación inicial 0.9?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Las TIC y los alumnos zombies

Zombie Walk 2009, Dundas Street West, near Trinity Bellwoods Park, Toronto. Foto de Eric.Parker. Algunos derechos reservados.

Esta semana me sorprendió… (bueno, realmente no me sorprendió demasiado 😉 ) una noticia de la revista Escuela 3.0: «Los cursos de formación en el propio centro, con SM«. Busqué la nota de prensa y aquí está: «SM presenta la primera oferta integral de servicios digitales para la incorporación de las TIC en el aula«.

En este post debería hablar del desarrollo profesional docente, de las dos visiones rivales del tema, la cognitiva y la socio-cultural, de mi convicción (y de mucha más gente) de que los maestr@s son prácticos reflexivos y no «aplicadores de recetas» estadarizadas, de las comunidades de práctica y de los PLEs como alternativa a la formación meramente «certificante». También debería hablar del previsible futuro de la «formación permanente del profesorado» (quizá la generalización del modelo «Aguirre»). Pero todo eso será otro día. Hoy les propongo un pequeño ejercicio elemental de lectura de imagen :-).

En las dos páginas citadas más arriba se incluye este vídeo. Véanlo y luego hablamos.

 

 

Esta es la visión de para qué sirven las TIC en educación de las editoriales de libros de texto y de su papel en el «cambio». Aunque quizá también se les ha escapado en el vídeo más información de la necesaria (¿o quizá no?): el resultado de «su visión» 😀

Preguntas sencillitas:

  1. ¿Qué TIC aparecen en el vídeo? ¿Conocen otras que no aparecen? ¿Quién usa el único portátil que aparece en el vídeo?
  2. ¿Qué hacen los profesores en el vídeo para «enseñar»con las TIC?
  3. ¿Qué hacen los alumnos para «aprender» con las TIC?

¿Alguien ve algún indicio de innovación didáctica en la manera de trabajar de los profesores que aparecen en el vídeo? ¿Es casual que en el vídeo aparezca únicamente este tipo de actividad de enseñanza y aprendizaje? ¿Alguien ignora por qué las editoriales se centran, además de en los «contenidos» del currículum, en proporcionar aplicaciones, hospedadas en sus servidores, de «control» de los alumnos y gestión integral del centro? ¿Y lo de los «recursos» para «trabajar sin conexión a Internet»? ¿Y qué me dicen de los servicios de acompañamiento con «ponentes exclusivos»? No seamos ingénuos. No es que no se hayan dado cuenta… es que se trata de un mensaje a medida del público al que va dirigido. «SM: te acompañamos en el cambio». ¿En qué cambio?

Ahora vuelvan a ver los primeros 30 segundos del vídeo. Miren a los alumnos y alumnas. Miren sus posturas y sus caras. Parece que escuchen atentamente (el efecto «motivador» de las pizarras digitales, sin duda). El travelling por la fila de la pared es revelador (¡esa chica con el codo apoyado en la mesa…! ¡Pobrecilla! ¡Qué cara pone!). Miento, en el vídeo algún alumno se mueve: hay uno que se levanta, algo remolón, para, según parece, contestar delante de toda la clase una pregunta de la profesora en la pizarra digital inteligente interactiva superguay. Y el resto están tan quietos y callados que parecen zombies recien duchados.

Bonito vídeo. Lástima lo de los caretos de los alumnos. La próxima vez contraten actores.