Blog · innovación educativa

Ni con TIC, ni sin TIC

Addenda 21/4/11: Gracias a un tuit de @Guidix llego a un post del blog de Larry Ferlazzo de 2009 que resume una entrada del blog del McREL (McREL es el Mid-continent Research for Education and Learning). Copio aquí el párrafo más interesante:

McREL has been collecting classroom observation data for over two years. Administrators and others, using McREL’s Power Walkthrough™ software have been in K-12 classrooms from coast to coast, in 27 states, and collected data from over 23,000  3-5 minute visits. What those data indicate might provide some clues to why some students drop out. Here is a picture of the “typical” classroom experience, as indicated by the Power Walkthrough data.Students walk into a classroom and are seated in rows of desks for whole group instruction for the majority (54%) of their day. The teacher stands in front of the room lecturing for just over 20% of the day. When the teacher isn’t lecturing, students are doing workshops for 16% of their school day. Technology, the world students live in outside of the classroom, is only used by teachers in 22% of all lessons. Students only use technology in the classroom 21% of the time. Students are engaged kinesthetic activities in just 4% of all observations. Just under two-thirds of observations (60%) indicate that instruction is at the lowest two levels of the Blooms Taxonomy. Could this be a reason that two-thirds of dropouts feel not enough is expected of them?

“Yes,” you might say, “but that is high school, not elementary school. Elementary teachers have kids working in small groups and do much more hands-on activities.” Not according to the data. While the overall data indicate 54% of instruction is whole group instruction, the number for primary (K-2) classrooms is 50%. In fact, the data just doesn’t change much at all from primary through high school.

It is time to think about teaching and learning from eyes of the student. Let’s think about designing our classrooms and our instruction for the benefit of the student, rather than the convenience of the adult. As Marc Prensky writes, “Engage Me, Or Enrage Me.”

(Las negritas son mías).

En todas partes cuecen habas.

En un post reciente del mismo blog de McREL me encuentro con un clip de YouTube con una escena de la película de 1986 Ferris Bueller’s Day Off (en castellano «»Todo en un dia»). ¡Genial!

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Hace unos días hablaba de una publicación que utilizaba la taxonomía de Bloom (dominio cognitivo) como armazón de una matriz de evaluación de actividades didácticas TIC, una idea simple y poderosa. Esta semana, y relacionado también con dicha taxonomía, he leído un interesante artículo de dos colegas (y sin embargo amigos 🙂 ) (ver la referencia más abajo) que han preguntado a una muestra de profesores de distintos centros de Primaria y Secundaria cómo contribuyen las TIC al desarrollo de distintos procesos de enseñanza/aprendizaje. Es decir, les han preguntado algo así como «para qué son ‘buenas’ las TIC en educación» (bueno, realmente les han preguntando bastantes más cosas, pero aquí nos centraremos en esa pregunta en particular dado que podemos relacionarla con la matriz que citaba en un post anterior).

Por si mi buen amigo Antonio Bartolomé lee este post :-), tengo que decir que la muestra de la investigación no es representativa de todos los profesores de Primaria y Secundaria de España (los centros fueron seleccionados por ser casos típicos) pero es bastante más sofisticada que la del estudio noruego que citaba en este blog la semana pasada. En esta caso se trata de profesores de Primaria y Secundaria de 35 centros de Catalunya, Galicia, Madrid, País Vasco y Valencia, escogidos por sus distintos niveles de integración y experiencia con las TIC, rurales y urbanos, públicos, concertados y privados. Los niveles de integración de las TIC de los centros son los siguientes:

– NIvel 1: Uso limitado de las TIC. Conectividad limitada a un ordenador sin red local. Ausencia de motivación o interés de los docentes en el uso de las TIC.

– NIvel 2: Centros con aula informática bien equipada. Uso de las TIC no intensivo que depende del interés de los profesores. El uso de las TIC no se contempla en el proyecto educativo del centro o está en un estado embrionario.

– Nivel 3: Centros con una o más aulas informáticas bien equipadas, con ordenadores interconectados en red local, con algunos ordenadores en las aulas ordinarias para usarlos durante las clases. Las TIC se contemplan parcialmente en el proyecto educativo del centro a través de algunos departamentos.

– Nivel 4: Centros que han decidido que las TIC son un elemento distintivo de sus actividades educativas, que poseen un buen equipamiento y están completamente conectados a la red. Tienen coodinador TIC y poseen un proyecto educativo cuyo origen está en el «fuerte liderazgo» de su equipo directivo.

Los investigadores entrevistaron a los miembros del equipo directivo, analizaron documentación diversa del centro (informes, proyectos, planes estratégicos, etc.) y pasaron un cuestionario a los 1546 profesores (de los cuales respondieron un total de 1222).

¿A qué viene contar aquí todo este rollo de detalles metodológicos? Sencillo: para que el lector o lectora pueda hacerse una idea de la fiabilidad y validez de los resultados, dado que no es una muestra representativa de la población de docentes de Primaria y Secundaria de nuestro país, al menos, y en mi opinión, representa todo el espectro de posibles situaciones de integración de las TIC centros docentes. Veamos ahora los resultados y después platearemos algunas ideas que puedan dar lugar a comentarios y reflexiones enriquecedoras.

Los investigadores les preguntaron a los docentes, entre otras cosas, cómo contribuyen, en su opinión, las TIC al desarrollo de diversos procesos de enseñanza/aprendizaje. Y les propusieron la siguiente lista de procesos:

  • Aquisición de conocimientos
  • Mejora de la comprensión
  • Aplicación del aprendizaje
  • Estrategias de análisis
  • Procesos de síntesis
  • Procesos de evaluación
  • Despertar atención
  • Mecanismos de respuesta
  • Estrategias de evaluación
  • Esquemas organizativos
  • Destrezas de percepción
  • Comunicación-Expresión
  • Otras

La intención era conocer los objetivos educativos que los profesores consideran que pueden ser alcanzadas a través del uso de la tecnología y la clase de estrategias que pueden ser desarrolladas en las aulas mediadas por tecnología. Es fácil adivinar entre los distintos procesos, nuevamente, la taxonomía de Bloom del año 1956, revisada por Anderson y Krathwohl el 2001. Por si hay alguna duda, la famosa pirámide nos refrescará la memoria:

 

Taxonomía de Bloom

¿Resultados? La siguiente tabla está copiada del artículo de Sangrà y Gonzalez-Sanmamed (2010):

http://en.wikipedia.org/wiki/Bloom's_TaxonomyEn primer lugar, todos los procesos están por encima del 3,5 (casi): por tanto, nos sabemos bien la doctrina. Los docentes entrevistados afirman que las TIC son «buenas» en educación para llevar a cabo los procesos de menor nivel cognitivo. De hecho, «Fixing attention» es la más valorada y ni siquiera llega al primer nivel de Bloom. «Expression-communication» y «Synthesis Processes», en la parte más alta de la taxonomía, son las menos valoradas. Muy significativo.

Si creemos que las TIC sirven preferentemente para «llamar la atención» (o «motivar») a los niños y niñas y en mucho menor grado para que creen «cosas» y se expresen, ¿cómo serán las actividades didácticas que diseñemos con las TIC? Una posible explicación, mía no de los investigadores, es que crear y comunicar nunca ha sido importante en la mayoría de las escuelas, ni con TIC ni sin TIC. En las escuelas hay que aprenderse el Credo de memoria, no hace falta comprenderlo, mucho menos analizarlo y jamás de los jamases inventarse uno propio. Las TIC no rebajan el nivel del pensamiento pedagógico del profesor (a veces puede que sí lo hagan, si el entorno que crean es poco familar para el docente y se siente inseguro). Creo que, simplemente, lo reflejan.

Una cosa es la innovación tecnológica y otra la innovación didáctica. Si la primera depende en gran medida de los recursos que la Administración pone a nuestra disposición, la segunda es casi completamente responsabilidad nuestra. Ahora podemos echarle la culpa a Zapatero, a la formación inicial, a los centros de profesores y al sursuncorda, pero ya somos mayorcitos. Que cada palo aguante su vela.

En el artículo citado se analizan las diferencias de las respuestas de los docentes de los diferentes niveles de centros TIC. No tienen desperdicio.

Referencia:

Sangrà, Albert and González-Sanmamed, Mercedes (2010) ‘The role of information and communication technologies in improving teaching and learning processes in primary and secondary schools’, Research in Learning Technology, 18: 3, 207 — 220
DOI: 10.1080/09687769.2010.529108
URL: http://dx.doi.org/10.1080/09687769.2010.529108

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El Tao TIC (El camino de las TIC) es largo y tortuoso

Integrar las TIC en secundaria es… complicado. Hasta en países como Noruega, que en nuestra imaginación los ubicamos en una especie de «paraiso educativo». Un reciente artículo (Wikan, G. y Molster, 2011) describe qué piensan sobre las TIC y cómo las utilizan los profesores y profesoras de secundaria de tres institutos de Hamar (Noruega). Los resultados muestran que, pese a lo que pudiéramos imaginar, pocos lo hacen a menudo. Muchos docentes, dicen los autores, están todavía poco seguros de que las TIC tengan un efecto positivo en los resultados de aprendizaje de sus estudiantes. Muchos profesores utilizan las TIC por razones indirectas tales como acceder a materiales de aprendizaje, estimular la motivación, mejorar las presentaciones. Los profesores sienten la presión para usar las TIC en su trabajo por parte de sus directores, de las autoridades educativas municipales y de las autoridades educativas nacionales. De acuerdo con el currículum nacional noruego, las TIC son una competencia básica y deben utilizarse en todas las áreas del currículum, aunque solo el 22% de los profesores las usan en la enseñanza.

«Muchos profesores han recibido algún tipo de formación en TIC de corta duración, aunque muchos no se sienten confiados usando la tecnología. Muchos dicen que no se sienten competentes y no saben cómo utilizar las TIC para mejorar y apoyar una clase. Hemos mostrado –afirman los investigadores– que las mujeres, los profesores menos experimentados y los profesores más mayores son quienes menos usan las TIC» ((Wikan y Molster, 2011, pág. 217).

Los profesores que han aprendido a usar las TIC como parte de programas de desarrollo profesional a largo plazo son aquellos que afirman que las TIC pueden mejorar los resultados de aprendizaje de sus estudiantes, usan la tecnología más frecuentemente y a menudo piden a sus estudiantes que la utilicen para hacer deberes y presentaciones. «La formación en TIC –concluyen– debe ser parte del desarrollo profesional y se les debe proporcionar tiempo a los profesores para ver si las TIC mejorarán los resultados de aprendizje de sus estudiantes. Este es el factor más importante para todos los profesores. Debemos reconocer que el cambio es gradual y un proceso difícil para los profesores, y se les debe dar tiempo para experimentar que las TIC mejoran los resultados de aprendizaje de sus estudiantes» (Wikan y Molster, 2011, pág. 217).

La manera de enseñar habitual en la secundaria (según parece también en Noruega) creo que no facilita la comprensión de cómo pueden utilizarse las TIC en la enseñanza y el aprendizaje. Herramientas y aplicaciones que presentan contenidos al estudiante (por ejemplo, los libros de texto digitales) o que ayudan al profesor a presentarlos al grupo (por ejemplo, pizarradas digitales y aplicaciones para presentaciones) son más fácilmente integrables en unas prácticas de enseñanza basadas en ese tipo de actividad. En cambio, las herramientas que facilitan que los estudiantes creen por sí mismos «artefactos culturales», colaborativamente, utilizando múltiples medios y que los publiquen y compartan en la red a fin de recibir retroalimentación de sus pares o personas ajenas al centro, son difícilmente integrables. La razón, desde mi punto de vista, es porque desde el marco conceptual didáctico dominante (esencialmente tácito) no se consideran apropiadas. Mi hipótesis es que la ausencia casi total de formacion pedagógica inicial del profesorado de secundaria (no se si en Noruega sucede lo mismo) hace que muchos docentes no puedan ni siquiera imaginarse las aplicaciones didácticas de muchas herramientas de la web 2.0: no son «integrables» en su visión de «cómo se debe enseñar». Hay evidencias empiricas que indican que los profesores con un estilo de enseñanza constructivista y centrado en el estudiante pueden encontrar las TIC más útiles para estimular el aprendizaje que los docentes con un estilo centrado en el profesor (por ejemplo, Barak, 2006; Watson, 2001; Webb and Cox, 2004; Windschilt and Sahl, 2002).

La integración de las TIC en secundaria (y en otros niveles) no se conseguirá solo con ofrecer al profesorado cursillos breves sobre herramientas TIC. Tienen que «ver con sus propios ojos» que los resultados de aprendizaje de sus estudiantes mejoran con los enfoques didácticos en los que tiene sentido el uso de este tipo de herramientas. Y deben creer, además, que se puede «dar» todo el programa así, cosa de la que no estoy nada convencido. ¿Es posible que quienes diseñan el currículum partan de la hipótesis de que solo hay una manera de enseñar, la centrada exclusivamente en la explicación del profesor y en el estudio individual? De hecho esta semana han aparecido un par de noticias relacionadas: los directores de Cataluña y las sociedades científicas piden aligerar los contenidos del currículum para enseñarlos mejor. Hay mucha gente que creemos que los programas están sobrecargados y solo se pueden completar «a la carrera». Los efectos de este hecho los conocemos todos.

 

El sinograma que representa al Tao es un antiguo ideograma que consta de dos partes : 首 (shǒu) 'cabeza' y 辶 (辵 chuò) 'ir'. En efecto, la parte superior representa a un rostro o cabeza y la parte inferior representa a un ser humano corriendo, en conjunto tal asociación ha significado camino o marcha (iter). Fuente: Wikipedia: Tao

En conclusión: el camino a la integración de las TIC, el Tao TIC, es largo y tortuoso… aunque no hay que recorrerlo solo/a: muchos estamos en él. Caminemos juntos.

 

innovación educativa

Innovación didáctica y estadios de desarrollo profesional

Allá por el 1966 Serrat publicó un EP que contenía la canción «Ara que tinc vint anys«. Decía:

Ara que tinc vint anys,
ara que encara tinc força,
que no tinc l’ànima morta,
i em sento bullir la sang.

Joan Manuel Serrat,
«Ara que tinc vint anys»

 

¿A qué viene todo esto? No, no es mi cumpleaños. Es que acabo de leer un artículo muy interesante sobre las actitudes de los maestros hacia los cambios pedagógicos durante los diversos estadios de su desarrollo profesional y me ha provocado sensaciones contradictorias. (Desgraciadamente solo se puede acceder al texto completo desde las universidades que tienen suscipción a Teachers and Teacher Education).

La idea del artículo que a lo largo de nuestra vida profesional, los docentes pasamos por una serie de etapas o estadios. Ditza Maskit, el autor o autora de la investigación, enumera los siguientes:

1. Preparación: el periodo de formación inicial, en la universidad, antes de trabajar como docente.

2. Inducción: Los primeros años de trabajo. El profesor/a se socializa en el sistema y busca activamente la aceptación por parte de alumnos, supervisores, compañeros, etc. para conseguir cierto nivel de seguridad y confort en las tareas cotidianas.

3. Construcción de la competencia: Preocupación por la mejora de sus destrezas y habilidades. Buscan nuevos materiales, métodos y estrategias. Son receptivos a las nuevas ideas. Su trabajo es visto como un desafío y están dispuestos a mejorar constantemente sus destrezas.

4. Entusiasmo y crecimiento: Los docentes alcanzan un alto nivel de competencia y continúan progresando profesionalmente. En esta fase, a menudo, aman su trabajo, buscan nuevas maneras de enriquecer sus prácticas y disfrutan de un alto nivel de satisfacción en el trabajo.

5. Estabilidad: En esta estadio, la carrera de los profesores/as llega a una especie de «meseta». Hacen lo que se espera de ellos y poco más. A menudo encuentran poco valor en los programas y actividades de desarrollo profesional y están rara vez motivados para participar en ellos.

6. Frustración en la carrera: Los docentes a menudo comienzan a preguntarse por qué están todavía en la enseñanza.

7. Carrera «cuesta abajo» («Career Wind-Down»): Los y las docentes estan preparados para dejar la profesión. Para algunos es una etapa placentera; para otros puede ser un periodo amargo e infeliz.

8. Salida de la profesión: El periodo después de que el profesor/a deja la profesión.

Aunque no todos los docentes pasan por todos los estadios, ni los estadios son producto del tiempo dedicado a la docencia. Digamos que los estadios aparecen cuando se analizan las ideas y actitudes respecto a la profesión de grandes números de docentes. Tampoco todos los investigadores están de acuerdo en ello: los hay que los ven como una progresión lineal, mientras otros los ven como una montaña rusa. Y, además, hay varias descripciones de dichos estadios.

Pues bien, el Dr. o Dra. Maskit ha intentado averiguar la relación entre las actitudes hacia el cambio pedagógico de los docentes (en sus tres aspectos: cognitivo, afectivo y motivacional) y su estadio de desarrollo profesional. Para ello encuestó a más de quinientos profesores de primaria y secundaria. Les pasó un cuestionario de actitudes hacia los cambios pedagógicos, un diferencial semántico sobre el mismo tema y les pidió que, ante una descripción de los estadios anteriores (excepto el primero y el último, que no tienen sentido en este contexto) señalaran en qué estadio sentían que se encontraban como docentes. Finalmente, entrevistó a 50 profesores/as de diversos estadios para validar los datos que aportaron en los cuestionarios.

El análisis de los resultados ofrece un interesante perfil:

 

Perfil de las actitudes de los profesores hacia los cambios pedagógicos en relación a su estadio de desarrollo profesional (Maskit, 2011, pág. 7)
Perfil de las actitudes de los profesores hacia los cambios pedagógicos en relación a su estadio de desarrollo profesional (Maskit, 2011, pág. 7)

 

En la gráfica se dibuja cierto «camino». Parece que al principio de la carrera la innovación no es una prioridad, la prioridad es más «hacer las cosas como los profesores/as experimentados» que introducir novedades. Durante los estadios centrales, alcanzada cierta seguridad en uno mismo/a, en lo que hace y cómo lo hace, la innovación es más valorada, para descender a medida que pasa el tiempo, hasta llegar a su nivel más bajo en la etapa «Cuesta abajo» («Career Wind-Down»).

Para interpretar los resultados en clave personal o analizar nuestro entorno es necesario recordar que no todos los docentes pasan por todos los estadios, ni éstos son una función del tiempo en la profesión. Debe haber numerosas excepciones a estas tendencias que salen de grandes números.  En resumen, que esto no es una ley de la naturaleza.

Pero tras leer el artículo muchas cosas empezaron a rondar por mi cabeza. La primera reacción fue no creerme nada.  Dada cualquier cosa que suceda en el tiempo, siempre aparece alguien para definir estadios. Es más, a uno, que ya tiene unos años, no le gusta que le llamen «carca» aunque sea disfrazado de «estadio». Conozco cantidad de gente, más mayor que yo incluso, que tienen una ilusión bárbara por su trabajo y que se merecen mil medallas a la innovación didáctica. Luego releí tranquilamente lo de la relación con la edad y que el autor no afirmaba que sean estadios por los que indefectiblemente tenemos que pasar todos y me calmé.

Luego pensé en la gente que conozco. No lo veía claro. Pero por mi trabajo trato sobre todo con docentes en dos situaciones: los estudiantes que se preparan para ser maestros y maestras, muy preocupados por buscar modelos de «cómo se han hecho las cosas toda la vida», y con profesionales que asisten regularmente a actividades de formación, seguramente en las etapas más entusiastas de su vida laboral. Cuando he tenido contacto con todo el claustro de un centro docente, ahora que lo pienso mejor, si que he visto claramente actitudes de las útlimas etapas. Gente que no quieren ni oir hablar de cambiar nada. También conozco gente en edades que «deberían caer dentro» de fases más innovadoras y que son unos auténticos inmovilistas. «Hay gente pa tó», como dijo el torero. Entonces. ¿esto no sirve para nada? ¿Por qué salen estos resultados en los cuestionarios? Si medimos la altura de todos los ciudadanos de nuestro país veremos una tendencia: cada vez los chicos y chicas son más altos… lo cual no quiere decir que por tener 20 años tengas que medir uno ochenta y por ser mayor midas uno setenta. Significa la media mide eso, seguramente porque que vivimos mejor que antes: mejor alimentación, mejor sanidad, etc. Puesto esto es algo parecido.

Es más, creo que es bueno conocer los resultados de este tipo de investigaciones. Sirven para estar atentos a cosas que ocurren a nuestro alrededor. Por ejemplo, que esperar que los maestros y maestras jóvenes que acaban de llegar al centro sean los abanderados de la innovación didáctica no es muy realista (sus prioridades quizá sean otras por un tiempo, salvando las excepciones). También es util conocerlas si organizas actividades de formación permanente para docentes o estás metido en proyectos de innovación didáctica. También se me ocurre que un factor muy relevante en las actitudes de los docentes de todas las edades respecto a los cambios pedagógicos es la cultura del centro e incluso que la administración, la inspección, etc. la promueva activamente, especialmente en una sociedad tan cambiante y compleja como la actual, a riesgo de que esta curva sea inevitable y más pronunciada si cabe. O que si la plantilla de un centro es muy homogénea en edad y experiencia es probable que la cultura escolar está basada en el estadio dominante. O, ya en un plano más personal, que a mi edad, debo «vigilar» la tendencia a pensar que todo lo nuevo es malo o igual que lo anterior, que no todo tiempo pasado fue mejor… porque éramos más jovenes y la memoria es selectiva y solo nos acuerdamos de lo bueno 🙂

¿Qué te sugieren a tí estas ideas? ¿Nos lo creemos? ¿Hay evidencias a tu alrededor? Aunque, si lees asiduamente blogs en Internet (y escribes el tuyo), quizá tus piernas tengan los años que pone en tu DNI, pero tus ganas de aprender y hacerlo mejor cada día siguen siendo como a los 20 años.

Cuando Serrat cumplió los 40 hizo una nueva versión de su canción. La tituló «Fa vint anys que tinc vint anys» («Hace veinte años que tengo veinte años»):

Fa vint anys que tinc vint anys.
Vint anys i encara tinc força,
i no tinc l’ànima morta,
i em sento bullir la sang.

Joan Manuel Serrat,
«Fa vint anys que tinc vint anys»

¿Todavía te hierve la sangre?

Referencias:

Maskit, D. (2011). Teachers’ attitudes toward pedagogical changes during various stages of professional development. Teaching and Teacher Education, (in press). doi:10.1016/j.tate.2011.01.009