Hace unos días la revista Computers & Education publicó un artículo (de pago) firmado por Anoush Margaryan , Manuela Bianco y Allison Littlejohn y titulado «Instructional quality of Massive Open Online Courses (MOOCs)» en el que se analiza la calidad del diseño instruccional de 76 MOOC elegidos al azar de diversas plataformas.  Como instrumento se utilizó un cuestionario ad hoc basado en los «Primeros principios de la instrucción» de M. David Merrill. Las conclusiones no son nada sorprendentes. Las autoras afirman que «… the majority of MOOCs scored poorly on most instructional design principles. However, most MOOCs scored highly on organisation and presentation of course material. The results indicate that although most MOOCs are well-packaged, their instructional design quality is low».

El otro día leí no se dónde [véase Addenda 1] que, si los MOOC son la repuesta, ¿cuál es la pregunta? Supongo que dependerá mucho que quién se hace dicha pregunta. Yo tengo la mía, naturalmente. Pero es un poco larga. De hecho, me costó casi dos horas explicarla en las JUTE 2014 (Jornadas Universitarias de Tecnología Educativa) celebradas en Toledo el 15 y 16 de mayo. Aquí está la presentación que utilicé, por si le sirve a alguien.

En cuanto al futuro de los MOOC en nuestro país (algo que falta en la presentación, gracias Manuel 🙂 ), yo lo veo bastante negro. Aunque ha habido experiencias muy interesantes, muchas universidades los estan haciendo a coste cero. Dado que no hay retorno económico de ningún tipo, los otros retornos (alumnos matriculados, por ejemplo) están por ver, como apuesta por el «branding» tiene un indudable doble filo y teniendo en cuenta el nivel de compromiso de nuestras universidades públicas con el conocimiento y el aprendizaje libre, mi predicción es que el boom del año pasado no durarará mucho. En cuanto los rectores de las universidades españolas comprendan que los MOOC no son «el futuro de la educación superior» (algún día lo harán, espero) dejarán de presionar a sus profesores y se acabarán. Quedarán solo unos pocos, producto de las convicciones de algunos grupos de docentes y nada más. En cuanto a las iniciativas bancarias de plataformas de MOOC, dudo mucho de su viabilidad economica, especiamente si no hay reconocimiento de los cursos realizados. Y ninguna universidad va a reconocer los MOOC cursados en otra universidad (somos así), salvo las universidades «factoría de diplomas digitales» (mi homenaje a David Noble), interesadas solo en minimizar costes, seguramente pagando. 

Pero la presentación trata sobre el aprendizaje en los MOOC. El resto es contexto. Y para entender cuál es la pregunta y el boom mediático de los MOOC, nada como leer este reciente artículo de la revista TIME en el que se explica cómo las universidades norteamericanas se han convertido en corporaciones. Este otro sobre la deuda acumulada de un trillón de dólares (un trillón americano) de los norteamericanos por sus préstamos universitarios. O este sobre el sueldo de los rectores de algunas de esas universidades. Solo falta citar algun texto sobre por qué la educación como capital humano acabará con este planeta, por qué las universidades no son empresas y no se pueden gestionar como si lo fueran. Pueden sugerirme alguno en los comentarios, si así lo desean.

 Addenda 1 (26/5/2014): Mi amigo Cristobal Suárez @cristobalsuarez me ha recordado dónde leí lo de «si los MOOC son la respuesta, ¿cuál es la pregunta?» ¡En Twitter, naturalmente!

Addenda 2 (26/5/2014): Estoy leyendo los artículos del recien publicado número especial de la revista Profesorado: Revista de Currículum y Formación del Profesorado. Los Mooc y la Educación Superior: La expansión del conocimiento (vol. 18, 1. (2014)). Es evidente que no todos pensamos lo mismo sobre el futuro de los MOOC :-D.