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Webmasters del Hiperuniverso

Webmasters del Hiperuniverso
Jordi Adell
Net Conexión No. 3, págs. 94-97.

Esta sección se titula «webmaster», pero, ¿qué es un «webmaster»? Cuando nos conectamos a un servidor World-Wide Web y recorremos sus páginas y secciones, pocas veces caemos en la cuenta que tras las imágenes, botones, textos y «links» hay una o varias personas que dedican su tiempo a diseñar, realizar y mantener dichas páginas. Parece como si los servidores crecieran en los árboles. Hay muchísimos por los que navegar y normalmente las personas están en un discreto segundo plano respecto a la información: sus nombres y direcciones electrónicas aparecen al final de la página o sólo cuando falla algo. En ocasiones, ni siquiera aparecen sus nombres: un «link» a una dirección electrónica genérica como <webmaster@algun_lugar.es>. Sin embargo, tras las páginas por las que navegamos, a veces con desinterés, existen personas que han dedicado muchas horas a componer y poner en línea esas páginas: son los «webmasters».

En principio, un «webmaster» es la persona que está al frente de un servidor WWW. Es decir, el culpable de todo lo que va mal. Pero, ¿qué hace realmente un webmaster?

Ahora que la Internet ya no es un pasatiempo de gurus informáticos y que las empresas comienzan a exporar las inmensas posibilidades que ofrece, los webmasters, sobre todo los experimentados, son piezas cotizadas. ¿Dónde puede conseguirse un webmaster?

En este artículo se intenta responder a estas cuestiones. Pero antes de entrar en materia es necesario aclarar algunos aspectos. El primero es que la Internet (y la WWW) es un nuevo medio de comunicación. No se trata de la televisión, ni de la prensa. Es un medio diferente, con sus propias normas. Diseñar y mantener un servidor WWW (y conseguir que sea utilizado) es diferente a difundir folletos, realizar vídeos, montar oficinas de información, editar un revista o cualquier otra tarea que emplee canales clásicos de comunicación. La Internet tiene su propia dinámica y el hipermedia una semántica y retórica que implica una forma nueva de pensar y trabajar con la información y los usuarios. La proliferación de servicios electrónicos de información avala su utilidad y rentabilidad.

La segunda consideración previa es que existen diversos tipos de servidores WWW, y no me refiero al software utilizado sino al tipo de servicio que se intenta prestar. Desde el servidor de un grupo de investigación o departamento universitario, que contiene información sobre las actividades docentes e investigadoras de varios profesores (más la consabida colección de «links» relacionados con el tema), hasta el servidor comercial que ofrece páginas en alquiler a gran cantidad de empresas, pasando por el servidor de una gran empresa que ofrece información corporativa y servicios a sus clientes, existe toda una gradación de tipos de servicio con necesidades, prestaciones y requerimientos diferentes. Es evidente que algunas de las tareas que realizará un webmaster en cada nivel o tipo de organización diferirán considerablemente.

Pese a que se suele utilizar el singular para designar al webmaster, lo habitual (sobre todo cuando se trata de un servidor que aspira a un cierto nivel de calidad y/o contiene bastante información) es que haya varias personas encargadas de su administración y funcionamiento. Una división habitual del trabajo es la siguiente: una o varias personas se encargan de las tareas relacionadas con la informática, otra (u otras) se encargan de las tareas relacionadas con la información que contiene el servidor.

El gurú

El primer tipo de webmaster suele ser también el administrador de la plataforma hardware/software y sus funciones van desde la elección del hard y soft adecuados hasta el desarrollo de aplicaciones para fines específicos (pasarelas, utilidades, etc.), pasando por la configuración del hardware y software necesarios para mantener el servidor funcionando y en línea 24 horas al dia, la administración del sistema, la instalación de aplicaciones, el alta y baja de usuarios, todo lo relacionado con la seguridad e integridad del sistema y tareas básicas de operación como la realización periódica de copias de seguridad, el análisis de los «logs» y cómputo de estadísticas o la lectura de diversos grupos de News y listas de distribución para estar al dia. Esta última tarea es fundamental, aunque a algún jefe le parezca que leer las News todos los dias es una distracción y no parte del trabajo, es la única forma de enterarse de nuevos desarrollos, de las utilidades puestas a punto por otros webmasters, etc. en un entorno tan acelerado como la Internet y el WWW.El evangelista

Las funciones del segundo tipo de webmaster son más difusas y dependen del tipo de organización para la que trabaja y de los objetivos que se plantea instalando un servidor WWW. En principio, sería el responsable del diseño e implementación del contenido del servidor, de sus diferentes secciones/páginas y de cómo se estructuran para que el usuario encuentre lo que busca.Si el servicio de información es corporativo y precisa la participación de diferentes departamentos (una empresa o una Universidad, por ejemplo), deberá realizar funciones tan variadas como evangelizar a los proveedores remisos a aportar la información necesaria, formar usuarios e incitarlos para que utilicen el servidor, diseñar y elaborar recomendaciones y prescripciones para el tratamiento de la información, comprobar periódicamente la vigencia de la información y de los «links» externos e internos, coordinar a los proveedores de información, procesar el «feedback» de los usuarios, etc. Posiblemente también tenga que buscar recursos materiales para el servicio y coordinar el trabajo de un equipo de editores e incluso de un diseñador grafico (que suele empeñarse en hacer GIFs de 450 Kbytes. a la más mínima).

No debe subestimarse la importancia y la rentabilidad de que el webmaster esté al dia sobre nuevos desarrollos e ideas (nuevos agentes de usuario y servidores, Java, VRML, HTML 3.0, etc.). Para ello es imprescindible la lectura de varios grupos de News, listas de distribución y documentos electrónicos. También debe probar nuevas herramientas y espiar lo que hacen los webmasters de la competencia. Si se decide que el servidor contenga colecciones organizadas de «links» a información externa relevante, la búsqueda de dicha información también ocupará parte de su tiempo.

Otra área de trabajo es la relación con los usuarios. Detectar sus necesidades y expectativas y «procesar» las sugerencias de los usuarios es imprescindible. Un servidor WWW pretende solventar una necesidad informativa, bien interna a la organización, bien externa (clientes, usuarios, alumnos, ciudadanos, etc.). Identificar los intereses de los usuarios-objetivo es fundamental en el proceso de diseño e implementación, pero es necesario revisar constantemente dichas necesidades y reorientar el proyecto a medida que se va desarrollando. Los expertos desaconsejan pretender abarcarlo todo el primer dia. Parece aconsejable dirigir el servicio a un grupo de usuarios, con necesidades claramente establecidas, e ir ampliando la perspectiva poco a poco.

En los servicios diseñados para uso interno, una misión que realizan los webmasters es la formación de usuarios. Los seminarios o cursillos, la elaboración de materiales formativos, la distribución e instalación de kits de software, la solución de problemas por telèfono («hot line»), etc. son responsabilidad habitualmente del webmaster.

El webmaster también es responsable de que los usuarios potenciales conozcan la existencia del servicio de información. Si se trata de un grupo localizado es fácil: memoranda, notas de prensa, etc. Si los usuarios están dispersos en la Internet, los servicios de páginas amarillas, los grupos de News relacionados, las listas de distribución especializadas, los robots y arañas, los catálogos de recursos, etc, son los medios al uso. Un webmaster que no se preocupe de que sus usuarios potenciales conozcan y uticen el servidor que administra es un mal webmaster. Entre las decenas de miles de servidores existentes, ¿cómo van a encontrar el suyo los interesados? ¿Por accidente? ¿Haciendo zapping? Por tanto, es conveniente registrar el servidor en los sitios en los que los usuarios buscarán información. Pero, atención con la publicidad y el marketing en la Internet: el webmaster debe ser un buen conocedor de los usos y costumbres de la red (la «etiqueta») para no sobrepasar el nivel aceptable en la difusión de su servicio.

El administrador ideal del sistema, el webmaster técnico perfecto, debe ser tan invisible como sea posible. Su misión es mantener el servidor accesible 24 horas al dia. Los usuarios del servicio sólo se relacionan con el administrador cuando algo no funciona. En cambio, el administrador de la información debe ser tan «ruidoso» como pueda: debe dar a conocer el servidor a los usuarios potenciales (locales o remotos), debe perseguir a los proveedores de información para que aumenten, mejoren y actualicen los contenidos, debe atraer cuanta más atención mejor sobre su trabajo: un servidor no visitado es un esfuerzo vano.

La organización

La comunicación entre las personas que desempeñan ambos tipos de funciones (las relacionadas con la informática y las relacionadas con la información) es vital: es de la coordinación del equipo de donde surgirá un buen servicio. Los aspectos técnicos representan posibilidades y limitaciones en relación con los contenidos.A nivel corporativo, un pequeño núcleo activo con buena relación y comunicación con el resto de la organización suele producir los mejores resultados. Las iniciativas que comienzan por la base (en lugar de las «ordenadas» desde arriba) adecuadamente canalizadas son las que mayores garantias reunen. Los mejores servidores WWW son producto del entusiasmo de un grupo inicial y del compromiso posterior de la organización (proporcionado medios, orientaciones y libertad creativa) con el servicio.

Dónde encontrar un webmaster

En nuestro país y hasta hace poco tiempo, la Internet era solo accesible en los ambientes académicos e investigadores. La mayor parte de los webmasters con más de un año de experiencia provienen de las Universidades. Y sus habilidades han sido adquiridas a través de la experiencia, diseñando, instalando y manteniendo servidores WWW. La major manera de encontrar un webmaster experimentado es buscar tras alguno de los servidores WWW existentes. Sin embargo, y esta es una apreciación muy personal, no debería dejarse impresionar por los «colorines» (los filtros de Photoshop hacen maravillas) sino por la claridad y utilidad de la información, el concepto del conjunto, la navegación y las funcionalidades incorporadas al servidor. En los últimos meses han comenzado a surgir empresas dedicadas a realizar páginas HTML. También los proveedores comerciales de conectividad, especialmente los que alquilan espacio en sus servidores WWW, tienen departamentos especializados. Es recomendable, sobre todo en las fases iniciales, buscar ayuda especializada en las Universidades y Centros de Investigación: son quienes más tiempo llevan en el negocio.

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Primero aprenda a nadar

Primero aprenda a nadar

Jordi Adell*
Publicado en El Mundo, 27 de mayo de 1995 (Hemeroteca)

Después de leer multitud de artículos, ver reportajes diversos en TV y oir hablar sin parar a algunos de sus amigos, ya está decidido: quiere entrar en Internet, quiere saber qué es eso y si de verdad se está cociendo algo grande, como pretenden Al Gore, Bill Gates y su vecino del cuarto. Pero, ¿qué hacer? En este artículo se ofrecen algunas pistas sobre cómo aprender a nadar en Internet. Más adelante, ya navegará a todo trapo por los oceanos de la información y hará surf sobre las olas del ciberespacio. Ahora conformese con no ahogarse en la primera zambullida.

Primer paso: no entre sin saber minimamente que va a encontrar. Lo primero que debería hacer es comprar (o pedir prestado) un buen manual sobre Internet y leerlo de cabo a rabo (no se preocupe si no entiende algunas cosas: hágase una idea general). Cuando acabe de leerlo debería saber como mínimo qué es en realidad la Internet y cómo se ha creado, qué servicios y aplicaciones ofrece a sus usuarios y cómo conectarse. Por ejemplo, antes de gastarse un duro en equipamiento averigue qué es PPP, el correo electrónico, la transferencia de ficheros, las ‘NetNews’ y la World-Wide Web, qué es un cliente Web y un URL, qué es una FAQ (esto se explica más abajo) y qué quiere decir «RTFM». Evidentemente, se supone que ya sabe manejar su ordenador personal. Si no sabe, olvide la Internet y lease el manual de su ordenador: es como intentar ganar el Tour sin saber montar en bicicleta.

Si tiene un amigo con experiencia, unas cuantas sesiones prácticas pueden ser reveladoras: la imagen que dan los medios de comunicación sobre Internet es, por decirlo de manera suave, un tanto engañosa (ya sabe, sólo son noticia las malas noticias). Algunas personas se forjan expectativas irreales: la decepción es inevitable.

Segundo paso: contrate su conexión con un proveedor de conectividad. Las revistas especializadas sobre Internet (hay ya varias en castellano ya en los kioskos) suelen llevar listas de proveedores de conectividad. Aquí es dificil ofrecer recomendaciones de tipo general. Sólo tenga en cuenta que Internet es barata: la mayor parte del gasto será de teléfono. Existen muchos proveedores y no cuentan con nodos en todas las ciudades. Además, mientras lee este artículo, están bajando los precios. Estudie tarifas y prestaciones y, nuevamente, déjese aconsejar por expertos independientes. Al igual que en la adquisición del modem. El software de conectividad ya se lo regalará el proveedor.

Tercer paso: siga las instrucciones de su proveedor para instalar el software y láncese a la Internet.

¿Y ahora qué? Bueno, en primer lugar aprenda a enviar y recibir mensajes de correo electrónico. El correo es la aplicación más utilizada de la Internet (se calcula que el año pasado se intercambiaron seis billones de mensajes por este medio). Es práctico, cómodo y fácil. Frente al teléfono, que es intrusivo y molestón, el correo se lee cuendo uno quiere, no hace falta que los participantes estén frente al ordenador al mismo tiempo. A diferencia del fax, que no es más que una manera lenta de enviar dibujos (las compañias telefónicas aman el fax), el correo electrónico permite aprovechar lo escrito por su corresponsal. Si tiene un amigo, pregúntele su dirección de correo electrónico y enviele un mensaje. Pronto lo utilizará habitualmente en sus comunicaciones. Deles a sus amigos, clientes y proveedores su dirección electrónica y pídales la suya. Si quiere comunicarse con el autor de este artículo, utilice la dirección de correo electrónico que figura junto a su nombre.

Después de dominar el correo puede echar un vistazo a las NetNews. Son una especie de grupos de discusión de ámbito mundial dedicados a temas específicos. Hay casi diez mil grupos. Seguro que algunos tratan temas que le interesan: desde cuestiones informáticas hasta lo más peregrino que pueda ocurrírsele. Los grupos de NetNews «destilan» documentos denominados FAQs («Frequently Asked Questions»). Alguien los ha calificado de «perlas de sabiduría de la red». Lea especialmente los dedicados a los novatos (puede encontrar todas las FAQs en un grupo llamado «news.answers»).

Un aspecto de Internet que le fascinará es la enorme cantidad de software disponible gratis o «shareware» («pruébelo primero y, si le gusta, pague después»). Utilice algún programa de transferencia de ficheros para descargar en su ordenador juegos, utilidades, tipos, aplicaciones de comunicaciones y programas de todo tipo.

A continuación lo más divertido, puede navegar por la telaraña global de la información: la World-Wide Web. Aquí la cosa es todavía peor: hay literalmente decenas de miles de servidores WWW (universidades, empresas, asociaciones, organizaciones, etc.) que ofrecen al mundo su información a través del WWW. Es, tal vez, la aplicación de Internet más sencilla de utilizar: sólo tiene que hacer «click» con el ratón sobre las frases subrayadas o de otro color (y sobre las imágenes). Es como hacer «zapping», pero a lo bestia. La WWW le permitirá, además, «ver» toda la Internet mediante un solo «interface» hipermedia. Podrá incluso oir fragmentos de audio o ver trozos de vídeo (aunque no en tiempo real: primero tendrá que transferirlo a su ordenador). Si se siente desorientado aqui tiene dos pistas: en <http://www.uji.es/spain_www.html> (esto es lo que tiene que escribir en su cliente WWW) hay un mapa sensible de los servidores WWW españoles. En <http://www.yahoo.com> puede encontrar un extenso catálogo temático de servidores WWW de todo el mundo. Sin duda, su proveedor de conectividad tendrá un servidor WWW en el que encontrará multiples propuestas para «navegar» por la información. A partir de este momento ya tiene en sus manos la herramienta de aprendizaje más fabulosa que ha creado el ser humano (hasta hoy).

Un comentario final. Tal vez al principio se agobie un poco: la Internet es muy grande. Es peor que eso: crece más de un 10% cada mes. Eso quiere decir que mientras lee este artículo acaban de instalarse varios cientos de servicios de información más y algunos miles de personas han comenzado a hacer «surf» en la WWW por primera vez. Sin embargo, no todo está en Internet. Pronto se dará cuenta que es más fácil conseguir ciertas cosas que otras. Normalmente, en razón inversa al interés que Ud. tenga en ellas. Cuando sea un surfista avezado (en unos meses), piense en dar el salto y fabricar sus propias olas.


*Sobre el autor:

Jordi Adell es profesor de Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación de la Universitat Jaume I de Castellón. También es columnista habitual de algunas revistas sobre Internet y consultor en temas relacionados con los servicios de información electrónica y la Internet. Si desea hacerle llegar su opinión sobre el contenido de este artículo, puede escribirle a . Si quiere ver su «home page» está en  <http://nti.uji.es/~jordi>.

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El Java y la venganza de los nerds

El Java y la venganza de los nerds
Jordi Adell
Web n. 3, febrero 1996, pág. 27

Uno de los factores que más ha contribuido al éxito de la WWW es que pasar de consumidor a proveedor de información era relativamente fácil. Aprender los rudimentos del HTML y hacer tus propias páginas sólo requería: a) un proveedor de conectividad no excesivamente parco en prestaciones, que ofreciera un poco de su disco duro (proveedores de conectividad, ¿estáis tomando nota?); b) la lectura de un par de manuales HTML para novatos; y c) un editor de textos «freeware» con alguna extensión extra para insertar los «tags» HTML. El lector/espectador se convertía en activo productor de información. Algunos hasta han ganado dinero.

La estructura social de la WWW era democrática: sólo hacían falta buenas ideas. Los conocimientos técnicos necesarios no eran un factor que marcase diferencias de clases. La diferencia la marcaba la calidad de la información y la habilidad para hacerse encontrar por los usuarios. También es cierto que como subproducto el Web contiene miles de páginas HTML horribles, con «blinks» a porrillo, centrados salvajes, fondos que dejarían ciego a un topo (si pudiese verlos), «counters» que deberían avergonzar a quien los instala (del tipo «Esta página ha sido consultada 25 veces en los últimos seis meses»), o páginas iniciales con GIFs de 500 Kbytes, (para regocijo de las compañías telefónicas). Era como el karaoke: algunos hasta saben cantar.

Sin embargo, los nuevos desarrollos como JAVA (un lenguaje interpretado creado por Sun que permite incluir pequeñas aplicaciones o «applets» en la páginas HTML que se ejecutan en los ordenadores del usuario) o VRML el «Virtual Reality Modeling Language» (VRML) (un lenguaje para describir mundos virtuales conectados entre sí con la WWW) están poniendo las cosas en su sitio: la Internet para los gurús. Los programadores toman de nuevo las riendas.

Aprender JAVA ya no es cuestión de un par de tardes. ¿Le suena algo llamado «C++»? Efectivamente: esa forma refinada de tortura que aplican a los estudiantes en las Facultades de Informática. A partir de ahora, en la WWW pasará como en el fútbol: habrá varias divisiones. En la primera se situarán las grande corporaciones (con grandes presupuestos y regimientos de programadores), en la segunda estarán las buenas Universidades (gracias a la mano de obra barata de los estudiantes), en la tercera división, categoría regional y amateur nos situaremos el resto de nosotros. Hasta ahora, dedicándole horas e imaginación se podía competir con casi cualquiera, si no en cantidad si en calidad. En el futuro podemos olvidarnos del tema.

La entrada masiva de intereses comerciales ha provocado una presión tremenda en el desarrollo de la Internet y de la WWW. Ejemplos: «tags» HTML inventados para aumentar la vistosidad de las páginas (y, de paso, copar el mercado de clientes), protocolos seguros para las transacciones comerciales, estudios de marketing sobre si se vende o no se vende mediante el Web, prácticas publicitarias agresivas, un interés loco por las estadísticas de acceso y la demografía de los usuarios de la WWW, etc. Sin embargo, realmente cosas como el JAVA y el VRML, ¿van a marcar diferencias? Para algunos analistas estamos ante el final de la red tal como la conocemos. Una nueva aristocracia de «webmasters», de «tecnonerds», va a tomar las riendas. Se acabó el «hágaselo Ud. mismo en su casa». Las grandes corporaciones no van a resistir la tentación a demostrar lo al loro que están y van a incluir en sus servidores «applets» Java y mundos virtuales VRML, como ahora incluyen enormes GIFs de sus «photoshopers». La ventana de su cliente echará chispas y oirá extraños ruidos. De repente, una manada de tostadoras voladoras arrasarán por la derecha mientras el botón «Send» de un formulario huye de la flecha de su ratón como alma que lleva el diablo. No se asuste: ¡Es JAVA!

Pronto los usuarios no esperarán menos. Pero no todo serán las demos que hasta ahora hemos visto (eso espera todo el mundo). Sun pretende que JAVA acabará con el negocio del software tal como lo conocemos ahora. (Bill Gates tendrá que inventar algo nuevo, por una vez). Los usuarios conseguiremos el software que necesitemos por la red, pagando precios reducidos, producto de la disminución de costes de distribución (permítanme, en este punto, una ligera sonrisa 🙂 ). Bueno, paremos.

De momento, y hasta que alguien le encuentra una utilidad a esos «applets» y a los pasillos virtuales, nos vamos a reír la tira de tantas tazas humeantes y de tanto «travelling» imposible. También será divertido ver como se para del todo la red. «Applets» y mundos virtuales significan más bytes por el mismo tubo. Permanezcan en sintonía.