Antonio Bartolomé ha publicado un interesante artículo en la revista eLearning Papers (vol. 2, 2008) titulado «Web 2.0 and New Learning Paradigms» en el que plantea la cuestión de si la web 2.0 cambiará de algún modo las instituciones, negocios y metodologías del e-learning. El autor es escéptico al respecto: en los proximos años «web 2.0» será una etiqueta de marketing (como tal nació, recordemos) para «vender» cursos que «incluirán recursos web 2.0 pero sin tocar la autoridad del conocimiento y el control de acceso al negocio. Sin embargo, al mismo tiempo, se desarrollará una actitud de aprendizaje-a-distancia, principalmente en la educación no-formal, que terminará con la separación entre el aprendizaje y la vida».
En el artículo, Antonio Bartolomé comienza destacando la dificultad de definir el término web 2.0, resumiendo sus características esenciales según diversos autores y señalando la importancia de la dimensión audiovisual de la web 2.0, olvidada en muchas ocasiones. También recoge las ideas de algunos críticos del concepto y examina las principales herramientas asociadas a la web 2.0: wikis, blogs, RSS y agregadores, «suites» ofimáticas online, marcadores sociales, repositorios de vídeo, documentos compartidos y podcast, vídeo online, redes sociales y espacios de trabajo en grupo.
A continuación Antonio Bartolomé analiza las implicaciones educativas de algunas de las ideas esenciales de la web 2.0: la red como plataforma, aprender en cualquier lugar, la inteligencia colectiva y la construcción social del conocimiento, etiquetas vs. descriptores, experiencias de usuario enriquecidas, aprender de los iguales, etc. Algunas ideas que me parecen de especial interés:
– La red como plataforma, aprender en cualquier lugar: En la web 2.0, la red es la plataforma y «cualquier lugar» significa cualquier lugar en la red. El estudiante decide dónde trabajar -en la web. En este contexto, el PLE (Personal Learning Environment) es un espacio personal del estudiante donde organiza sus propios recursos, que puedes estar situados en cualquier lugar/espacio de la web.
– La inteligencia colectiva: la construcción social del conocimiento: El viejo paradigma educativo se basa en el concepto de autor, un concepto relacionado con la edad de la alfabetización (literacy) y en discusión en la era cibernética (cyber age). La Wikipedia es un ejemplo de esta construcción colectiva sin autores. En otro lugar escribí sobre las dificultades de usar wikis en educación: conciliar la autoría colectiva y la construcción social del conocimiento con el sistema de evaluación, certificación y recompensa individual en el que se basa el sistema educativo. Los wikis universitarios, como señala Antonio Bartolomé, funcionan en la medida en que reconocen y premian a los autores individuales.
– Etiquetas vs. descriptores: Este aspecto apenas se ha investigado o experimentado. Etiquetado colaborativo, clasificación social, indexado social y etiquetado social son conceptos similares, pero es necesario diferenciar claramente entre ellos.
– Más allá de un simple dispositivo (aprender en cualquier lugar mientras se hace cualquier otra cosa): La generalización del acceso a Internet mediante dispositivos móviles (PDAs, iPods, móviles 3G, portátiles ligeros, etc.) diluirán la separación entre el tiempo de estudio y los tiempos dedicados a otras actividades. Dice Bartolomé «Si la diferencia entre tiempo de estudio y otros tiempos desaparece, podría significar que aprendemos al mismo tiempo que hacemos otras cosas, como hacen los niños». Una idea interesante: hacer que los estudiantes «piensen» todo el día en lo que aprenden (o que aprendan sin pensar que estudian) :-).
– Riqueza de la experiencia: aprender de los iguales: Una idea clave en e-learning es el «aprendizaje p2p», aprendizaje entre iguales. En el paradigma tradicional hay una clara diferencia entre el profesor y los estudiantes, al igual que en la web 1.0 hay una diferencia entre creadores y consumidores. Los estudiantes, al igual que los usuarios 2.0, son «prosumidores», productores-consumidores de información.
Una idea realmente atractiva, sobre todo si los profesores somos capaces de articular formas de que los estudiantes rentabilicen a nivel de calificaciones su aportación a la construcción colectiva de conocimientos. Quizá una plataforma de red social (estoy pensando en algo como Ning) y un sistema de karma o puntuaciones, que facilite la valoración de las aportaciones de los/las compañeros/as a su propio aprendizaje sean elementos que merecen experimentación. Una parte de la calificación de una actividad podría ser la puntuación otorgada por los compañeros a la contribución de un estudiante dado a la construcción de conocimientos colectiva.
El autor finaliza el artículo expresando sus dudas sobre la posibilidad de cambios inminentes en el panorama del e-learning como producto de la introducción de las ideas y herramientas de la web 2.0. Ni las instituciones educativas superiores, ni el mundo empresarial, los dos principales usuarios/productores de e-learning tienen la cintura lo suficientemente flexible para ello. Tampoco, añadiría yo, es que haya evidencias todavía de que los resultados mejoraran los actuales, al menos en los parámetros que manejan las instituciones para juzgar resultados. Pero todo esto quizá sean prejuicios míos respecto a la capacidad de innovación de las instituciones.
En todo caso, desde mi perspectiva, es muy interesante ir más allá del enfoque «caja de herramientas» habitual en las iniciativas y proyectos que citan «la web 2.0» como fuente de ideas y explorar las implicaciones educativas de los mantras 2.0 que repetimos una y otra vez. Algunas de ellas casan bastante bien con un enfoque constructivista-social o construccionista del aprendizaje y con los valores del software libre y del movimiento por el libre acceso al conocimiento. ¿Recuerdan aquello de que para educar hace falta una tribu? Quizá podamos crear alguna tribu virtual o aprovechar alguna de las existentes en la Internet para educar en ellas a nuestros estudiantes. Por ejemplo, la blogosfera educativa podría ser un buen sitio para socializar a los futuros docentes. O tal vez podríamos crear una comunidad de práctica interuniversitaria formada por estudiantes y profesionales de determinada especialidad/titulación/competencia/asignatura. Podríamos intentarlo al menos.
Excelente artículo. Yo, que me suelo apuntar a todas las tribus que me salen al paso, participo de esa opinión y creo que la blogosfera educativa es buen sitio para ello. No obstante, si surgiera una tribu específica para socializar/educar estudiantes contad conmigo. Tengo un hijo estudiante de magisterio y creo que podría aportar algo.
Hola,
me pareció sumamente interesante y oportuno tu artículo en un momento de gran riqueza de recursos tecnológicos que sin duda revolucionan la educacion y la llevan a un plano de aprender todo el tiempo, como lo hacen los niños, ¡por fin nos vamos dando cuenta!, pero que alerta al mismo tiempo sobre el abuso de estos recursos como explotación de marketing, a riesgo de perderse el contenido.
Además me encanta como está escrito, con humor.
Gracias!
Hola,
Un artículo muy interesante,estoy totalmente de acuerdo que el aprendizaje debe ser mucho mas interactivo para que queden internalizados los contenidos pero sin abusar de estos recursos o herramientas que la web pone en nuestras manos.