Con los recuerdos todavía frescos me gustaría dejar escritas algunas cosas que aprendí este fin de semana en Carmona (Sevilla) en el EABE12. Este año estaba dedicado a «Hacer visible lo invisible». Y en la educación y en la escuela hay muchas cosas invisibles. En Carmona tuvimos ocasión de poder ver algunas: pudimos oir a profesores, a las familias y a los alumnos/as, los convidados de piedra en muchas decisiones educativas. Y me impresionó especialmente oir a os alumnos (véase en el vídeo siguiente a partir del minuto 02:04:00… bueno, mejor verlo todo tranquilamente).
Empezaron tímidos (hablar delante de cientos de personas es un mal trago para muchas personas, y si son tus profesores… ), pero poco a poco se fueron soltando y nos dijeron cosas muy interesantes: basta saber escucharles (lo cuál depende, naturalmente, de nuestra concepción de la enseñanza). Como se puede ver en el vídeo, fueron muy educados y correctos y no hicieron sangre (también tenían a sus padres por allí cerca :-)), pero… como digo, basta saber escuchar.
Por resumir lo que yo saqué en claro, aunque quizá algunas cosas las «pongo» yo en sus palabras: no les gusta mucho nuestra escuela. Les parece aburrida, reglamentista y autoritaria, pensada para el profesorado y no para ellos (por ejemplo, los horarios). Los profesores somos previsibles y repetitivos: todos los días hacemos lo mismo, básicamente seguir el libro de texto, y ellos saben que eso no les ayuda a aprender porque han comprobado que se les olvida casi todo el dia siguiente del examen. Saben que mucho de lo que les hacemos aprender solo les sirve para aprobar el examen. Usan poco las TIC y menos para investigar y averiguar cosas por su cuenta. Los profesores usamos la evaluación como herramienta de control de su comportamiento. Los tenemos «etiquetados» y los valoramos y tratamos según esas etiquetas, no según sus méritos o esfuerzo. No les tenemos demasiado en cuenta cuando tomamos decisiones y tienen opiniones fundamentadas sobre todo lo que sucede en la escuela y les afecta… En resumen, nos «retrataron» lúcidamente como colectivo y nos hicieron ver algunas líneas maestras del «currículum oculto» de nuestras escuelas e institutos y, en mi opinión, nos dejaron claro un mensaje: escuchadnos porque tenemos mucho que aportar.
Casi al final alguien les preguntó qué habían aprendido viniendo al EABE12 y uno de los chicos dijo sonriendo: «a hablar en público».
Nos dieron una buena lección.
Psd.: Quiero darle las gracias a Lorena, del CEIP San Jose Obrero de Sevilla, la autora de la máscara tan chula que me tocó en el EABE12.