Cultura libre · Publicaciones

Publicación científica y compromiso social

Varias noticias/lecturas interesantes relacionadas con el futuro de la publicación científica. La primera, más bien poco excitante, se refiere a la propuesta de Elsevier, el monopolio mundial de facto de la publicación científica, de «artículo del futuro».  Aquí pueden verse dos prototipos: uno y dos, y las principales novedades.

Los prototipos no han generado mucho entusiasmo:

De hecho, el modelo de difusión del conocimiento científico basado en las revistas científicas está siendo cuestionado (véase, por ejemplo, Michael Nielsen: Is scientific publishing about to be disrupted?).

La segunda noticia interesante es que «…todos los contenidos de la edición electrónica de Revistas-CSIC se distribuyen bajo una licencia de uso y distribución “Creative Commons Reconocimiento-No Comercial 3.0 España” (CC-by-nc)»(«Proyecto, licencias y colaboración» en Revistas del CSIC-Edición electrónica).  Es una buena decisión, que hace tiempo se debía haber tomado. No en vano, el Borrador 0 del anteproyecto de la Ley de la Ciencia y la Tecnología contiene un apartado dedicado a la difusión de resultados:

CAPÍTULO III. Difusión de resultados y cultura científica y tecnológica

Artículo 33. Publicación en acceso abierto.

1. Los agentes del Sistema Español de Ciencia y Tecnología impulsarán el desarrollo de repositorios, propios o compartidos, de acceso abierto a las publicaciones de su personal de investigación.

2. Los investigadores cuya actividad investigadora esté financiada con fondos de los Presupuestos Generales del Estado harán pública una versión digital de la versión final de los contenidos que les hayan sido aceptados para publicación en publicaciones de investigación seriadas o periódicas, tan pronto como resulte posible, pero no más tarde de seis meses después de la fecha oficial de publicación.

3. La versión electrónica se hará pública en repositorios de acceso abierto reconocidos en el campo de conocimiento en la que se ha desarrollado la investigación o en repositorios de acceso abierto institucionales.

4. La versión electrónica pública podrá ser empleada por las Administraciones Públicas, en sus procesos de evaluación.

Aunque los seis meses de embargo, en mi opinión, no son de recibo. Para no «fastidiar» las carreras a los investigadores de algunos campos del conocimiento, campos completamente «secuestrados» por los monopolios de la publicación científica con la connivencia del statu quo científico (léase asociaciones científicas editoras de revistas), se hace pagar nuevamente a la sociedad los resultados del conocimiento que financia con sus impuestos. Luego, las bibliotecas de universidades y centros de investigación tienen que pagar fortunas por la suscripción a las revistas en las que publican sus propios investigadores.

Finalmente, First Monday ha publicado un artículo interesante: Whitworth, B. & Friedman, R. (2009). Reinventing academic publishing online. Part I: Rigor, relevance and practice. First Monday,  14, 8 – 3 August 2009, que habla del «feudal academic knowledge exchange system» 🙂

Cada vez se oyen más voces que reclaman la necesidad (o incluso la inevitabilidad) de que se replantee el ecosistema de la difusión del conocimiento a la luz de las posibilidades de la tecnología  y de las necesidades de una sociedad basada en la información y el conocimiento.

Cultura libre · libros

Arquitecturas de participación y la ética de Elsevier

Las empresas, algunas empresas, han entendido perfectamente de qué va todo esto de la web 2.0, la web de lectura y escritura, los usuarios como creadores de contenidos, las arquitecturas de participación, la inteligencia colectiva, etc. El único problema es que lo utilizan «a su modo».

Stephen Downes cita un artículo titulado Elsevier Won’t Pay for Praise y publicado en Inside Higher Ed que empieza así:

«Elsevier officials said Monday that it was a mistake for the publishing giant’s marketing division to offer $25 Amazon gift cards to anyone who would give a new textbook five stars in a review posted on Amazon or Barnes & Noble»

¿Un ataque de escrúpulos? Nada de eso. Es que los han pillado con todo el equipo. Un colaborador de un libro editado por Elsevier recibió un mensaje de correo de dicha empresa en el que se le animaba a que sus amiguetes publicaran «buenas» recensiones del libro, etc.  y decidió tirar de la manta y enviarlo a una lista de distribución en la que están la mayoría de sus colegas.

El artículo contiene las excusas de varios altos ejecutivos de Elsevier, atribuyendo el mensaje a un empleado de bajo nivel que redactó mal un mensaje de correo, etc. ¿Por qué será que no me lo creo? ¿Será por las prácticas de algunos editores de libros de texto de nuestro país?

Cultura libre · innovación educativa · Nuevas tecnologías

La pasión del San Walo

Esta noticia no la leerá en los periódicos. No es noticia. No le importa a la gente importante. Pero hoy es un día muy triste para la comunidad de docentes que creemos que las nuevas tecnologías pueden marcar la diferencia.

En las últimas charlas que he dado a maestros y maestras (el sábado pasado, sin ir más lejos, en La Almunia de Doña Godina, Zaragoza) decía que una vez estuve en Niebla (Huelva) y que un grupos de maestros y maestras y unos niños me habían embrujado. Era la única explicación, porque, desde entonces, siempre que hablaba ante más de dos personas de nuevas tecnologías y educación o de construcción colaborativa de conocimientos o de conocimiento libre o de «educación 2.0» o de cómo enseñar valores… tenía que contar la historia de «San Walabonso y la Wikipedia». La he contado tantísimas veces que antes preguntaba si ya la conocían, para no castigarles repitiendo lo ya sabido. Es una historia muy bonita sobre cómo se puede ser innovador en nuevas tecnologías sin exigir el último cacharro del mercado, sobre cómo enseñar a colaborar construyendo algo útil juntos, sobre cómo unir nuevas tecnologías y educación como servicio. Es la historia de un grupo de niños de 6º de Primaria y su maestro que se dieron cuenta que en la Wikipedia apenas se decía nada de Niebla y decidieron escribir ellos mismos el artículo de la Wikipedia sobre su pueblo. La experiencia tenía una profunda sencillez de medios y una grandeza de miras (trabajar para que los otros sepan) que me encantaba y que sintetizaba muy bien lo bueno que podemos hacer en educación con las nuevas tecnologías, el mensaje que hay que darles a los niños y las niñas.

El San Walabonso era un colegio público. Lo visité hace un par de años. Era evidente que no lo había diseñado Calatrava, ni Foster. Era evidente que jamás ningún político daría en él una rueda de prensa. Su aspecto era similar al de cualquier otro colegio público: era modesto. Estaba muy cuidado: se notaba que la gente que trabajaba allí le tenían cariño. Los niños y niñas eran normales: bulliciosos, curiosos (unos extraños han venido de visita, ¿por qué habrán venido hasta aquí?). Pero mientras charlaba en el pasillo con sus maestros y maestras, ellos seguían trabajando en grupo alrededor de sus ordenadores, sin necesidad de que nadie les diera órdenes o les vigilara. Era evidente que estaban haciendo algo muy interesante para ellos. De tanto en tanto venía alguno corriendo a preguntar algo como: «¿está bien esto, maestro?» «Si. Venga, a por el siguiente». Y volvían alrededor de los ordenadores. Estaban hacendo una actividad en la que tenían que buscar cierta información en Internet por su cuenta y estaban divirtiéndose y aprendiendo.

Los maestros y maestras nos abrieron sus aulas y su corazón. Nos explicaron qué estaban haciendo y por qué, las actividades que diseñaban contínuamente, cómo se estaban organizaban para celebrar el Día de la Paz. Vimos hasta el armario de los cables. Era un colegio transparente. En jerga informática era WYSIWYG: lo que ves es lo que hay. Me fui de allí consciente de que había visto algo que tenía que contar a otros, quizá embrujado. Consciente de que en realidad no hace falta mucha tecnología pero sí mucha pedagogía (y mucho amor) para que todo esto de las TIC sirva para algo. Al final nos hicimos una foto en la puerta con todo el claustro.

El CEIP San Walabonso, Niebla (Huelva) 2007
El CEIP San Walabonso, Niebla (Huelva) 2007

Sin embargo hay mínimos por debajo de los cuales no es posible la subsistencia. El San Walabonso ha muerto como centro TIC. Ha muerto de abandono y soledad. No de su comunidad. Padres, maestros y niños siguen queriéndolo y desviviéndose como siempre. Tampoco de la gente que, a distancia, por Internet, visitábamos regularmente sus páginas para ver en qué nuevas aventuras andaban metidos y que los citábamos como ejemplo de los que se puede hacer con ordenadores y mucha imaginación.

¿Qué ha ocurrido? Mejor darle la palabra al propio San Walabonso. Esta es la esquela del CEIP San Walabonso como centro TIC. Ojalá resucite. Ojalá resucite porque los niños y niñas de Niebla se merecen el San Walo. Lo necesitan. Lo necesita el Presidente de la Junta de Andalucía y su Consejera de Educación y sus Directores y Directoras Generales, aunque ellos y ellas no lo sepan. En realidad lo necesitamos todos. Necesitamos muchos San Walabonsos. Si el San Walo muere, ¿quién nos enseñará lo que se puede hacer con las TIC en la escuela? ¿Quién nos mostrará el camino? Salven el San Walo.

Addenda 23/05/09: La esquela ha sido sustituida por un texto, así que ya no tiene mucho sentido incluir un trozo aquí. Algunas reacciones a la queja sobre la muy deficiente calidad de la conexión a Internet, hasta el punto de hacer imposible el trabajo de profesores y alumnos en un centro de referencia a nivel español en la integración de las TIC en el currículum, hace aconsejable aclarar el tema. El proyecto de centros TIC de Andalucía es mejorable, como todo proyecto, pero es un modelo a seguir para otras comunidades autónomas o países. El (mal) servicio de una empresa privada está poniendo contra las cuerdas a muchos centros TIC. Las autoridades deben solucionarlo lo antes posible para permitir que los maestros y maestras comprometidos de los centros TIC sigan desarrollando un proyecto que ha convertido a Andalucía en un referente a nivel internacional. Punto.